Políticas

5/6/1997|542

Hay que renacionalizar YPF

La campaña que inició el Partido Obrero por la renacionalización de YPF se justifica cada vez más. YPF se ‘envalentona’ contra el país y nos‘toma el pelo’, como denunciaron días atrás los habitantes de Rincón de los Sauces —en la zona donde están los yacimientos más ricos del país— quienes salieron a cortar nuevamente las rutas para denunciar la brutal degradación de las condiciones ambientales que se está produciendo por la explotación salvaje de los recursos naturales. Y también, del mismo modo, han comenzado a levantarse los trabajadores de las grandes cuencas hidrocarburíferas del sur, que salen a luchar contra los bajos salarios y las condiciones laborales, amenazando con un nuevo ‘Tartagal’ en Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia. Mientras tanto, el gobierno ‘servidor de los saqueadores’ del país, prepara la enajenación del lote de las acciones ‘obreras’ de YPF.


Según La Mañana, de Córdoba, “directivos de YPF” dicen que “dudamos ahora en instalar en Cutral Co la planta para butano extraído de los sólidos del gas que hoy se desperdician … porque si el clima social se enrarece en un lugar, no es negocio para una empresa privada, que no hace beneficiencia pública” (28/5). Antes, “el polo petroquímico” de la misma ciudad patagónica, fue”otra esperanza hecha añicos, luego que YPF lanzó el proyecto Mega”, que desestimó la industrialización del gas en la región. “YPF no prevé inversiones extras en la región”, ha dicho “Marcelo Guiscardo, máxima autoridad de YPF en temas neuquinos” (Río Negro, 27/5). Lo mismo declaró por todos los medios el titular de la firma.


Es falso incluso que las petroleras estén ahora contribuyendo al fisco, como lo indicarían las últimas cifras de la recaudación de la DGI. Según datos de la ANSeS, el organismo responsable de la seguridad social, las “privatizadas”, y entre ellas las “petroleras”, informa Clarín (27/5), deben 60 millones de pesos por aportes previsionales no depositados.


YPF y las petroleras, es decir, el gran capital ‘nacional’ e internacional, quieren monopolizar toda la riqueza petrolera, para lo cual se han lanzado también a ‘copar’ el negocio de la comercialización minorista (estaciones de servicio).


En último término, el beneficiario de este proceso no puede ser otro que el imperialismo, quien ya se está devorando a los monopolios‘nacionales’.


YPF y las empresas petroleras están entre las principales responsables del desastre nacional. Un puñado de capitalistas, por un lado, que‘consume’ la riqueza nacional; la inmensa mayoría del país, por el otro, que se degrada. Nunca antes se puso más al rojo vivo una contradicción de fierro: ellos o nosotros.


Para YPF y los pulpos petroleros, lo ‘productivo’ es aquello que hace improductivas a zonas enteras del país y transforma en parias a los trabajadores. Las organizaciones sindicales, obreras y populares, especialmente las de las regiones afectadas, tienen que hacer suya la reivindicación de la RENACIONALIZACION DE YPF BAJO LA DIRECCION DE LOS TRABAJADORES. Fuera los saqueadores del país. Hay que retomar a todo el personal desafectado de la empresa y hacer producir racionalmente los recursos nacionales, fomentando su industrialización.


Superexplotación y lucha obrera


La privatización de YPF no significó ninguna mejora para la ‘minoría’ de trabajadores que quedó en la empresa. En realidad, las peores condiciones laborales que imperaban en las entonces ‘contratistas’ (Pérez Companc, Bridas, Astra, etc.) son las que se han generalizado, ahora, en todas las empresas del sector.


“Siempre se dijo que un petrolero ganaba bien —denuncia un directivo del gremio de Neuquén y Río Negro—, pero eso hoy no es cierto… Para dar un ejemplo,(un trabajador) en boca de pozo gana 600 pesos por trabajar 12 horas” (diario Río Negro, 27/5). Esto ocurre en el desierto patagónico, bajo terribles condiciones climáticas. Y los pulpos se niegan a cumplir un decreto provincial que establece la jornada de 8 horas en los yacimientos, incorporando más personal en ellos, para paliar la desocupación.


Por esas condiciones laborales, en todo el sur los petroleros están en estado de movilización. En Neuquén y Río Negro, “hace dos años que estamos luchando por una recomposición salarial, pero nadie nos escucha … nos dan respuestas que son una burla, una ironía para nuestros pedidos … estamos pidiendo una recomposición de treinta y tres por ciento y un aporte, por única vez, de dos mil quinientos pesos para los 6.000 afiliados” (ídem). En Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia, el gremio zonal reclama lo mismo y denunció como “miserable” una contraoferta de aumento salarial de sólo el 3 por ciento (La Nación, 22/5). Si bien no se concretó hasta la fecha, amenazaron con el “corte de la ruta nacional 3 en reclamo de las demandas insatisfechas por el empresariado” y “no descartaron la toma de los yacimientos” (ídem, 13/5). La Nación advertía, entonces, que “en el sur de nuestro país, los trabajadores del petróleo prometieron otro Tartagal”.


Los trabajadores petroleros advierten que el ‘boom’ del sector es para ellos hambre y miseria. El sindicato de Río Negro y Neuquén se pronunció, la última semana, por”concretar un paro (nacional) por 72 horas. La propuesta (dirigida a un plenario nacional del gremio) incluye un paro por 24 horas y otro de 48 horas, para evitar que se aplique la conciliación obligatoria” (Río Negro, 27/5).


Quebrando la represión interna de las empresas, los trabajadores petroleros y sus mujeres han comenzado a transformarse en los principales voceros de las denuncias de los derrames de petróleo en los yacimientos, y se incorporaron en los ‘piquetes’ que cortan las rutas, como acaba de suceder en Rincón de los Sauces (La Nación, 29/5). Para quebrar la medida, “YPF dispuso el traslado de sus operarios (que no podían acceder a los yacimientos por los caminos bloqueados) en aviones alquilados especialmente” (Río Negro, 28/5).


Desocupados de YPF y ‘ocupados’, se están poniendo todos juntos en pie de lucha.


Nuevo ‘curro’ contra el país y los trabajadores


Con el acuerdo del ‘director obrero’ de YPF, o sea del burócrata del Supe designado por el Poder Ejecutivo, el 10 por ciento de las acciones del Programa de Propiedad Participada (PPP) también pasará a manos de la Bolsa de Nueva York.


Los trabajadores, que nunca vieron un mango de los suculentos beneficios de YPF ‘privatizada’, apenas habrían ‘capitalizado’ (pagado con su ‘parte’ de esos beneficios) una pequeña porción de su tenencia accionaria. El gobierno, con acuerdo del directorio de YPF, está montando una operación para enajenar también estas acciones. Al igual que con el ‘cuarto’ de YPF que estaba reservado para los jubilados y las provincias productoras, a los empleados tampoco les quedará nada.


A cambio de unas ‘monedas’ para el personal, el gobierno se ha tomado la atribución de liquidar esta parte del patrimonio estatal y se ha transformado en un vulgar‘comisionista’ del capital extranjero.


El gobierno embolsará alrededor de 600 millones de dólares, pero los principales beneficiarios seguramente serán los bancos, que actuarán como ‘colocadores’ de las acciones a cambio de “jugosas comisiones” y anticiparán los fondos al gobierno (Ambito, 29/5).El mismo diario indica que, de este modo, se abriría la “posibilidad”para que los capitales ‘nacionales’ que se deshicieron recientemente de sus bancos y petroleras, sumen más acciones al capital que ya poseen en YPF (tal el caso de Pérez Companc, que tiene el 3%, y de Astra).