Políticas

22/2/2007|981

Hicimos un debate con trabajadores del Bauen


A partir del artículo publicado en PO N° 979 —“ El Bauen no debe apoyar a Telerman” — los compañeros de la Cooperativa Bauen invitaron al PO a un debate.


 


El “vínculo con el Estado”


 


De entrada, los compañeros expresaron que el apoyo a Telerman se limitaba a la “necesidad de defender al hotel recuperado” contra las permanentes amenazas de clausura o desalojo. El “vínculo con el Estado”, en este caso con el gobierno, fue presentado como un recurso para sostener la ocupación.


 


Paradójicamente, dos días antes, un inspector del gobierno porteño había intentado clasurar las instalaciones, alegando “incumplimientos” que los trabajadores ya habían satisfecho largamente. Los compañeros atribuyen lo ocurrido a la “interna oficial” — a través de un funcionario ibarro-kirchnerista. Pero lo cierto es que la clausura sólo se revirtió cuando los trabajadores, apoyados por organizaciones obreras y de la izquierda, cortaron la avenida Callao. El Cuerpo de Delegados de Metrovías — que se encontraba reunido en el Hotel — había anunciado medidas de fuerza en solidaridad. Los hechos demostraron hasta qué punto la ocupación del Hotel reposa en la clase obrera y en los movimientos de lucha de la ciudad.


 


La tesis de la “interna oficial” no deja, por eso, de tener su interés. ¿Qué prueba? Sencillamente, que el Estado está integrado por fracciones políticas patronales que están fatalmente decididas a reprivatizar el Hotel, y que representan, por sobre todo, al gobierno nacional. Entre Kirchner y los trabajadores del Bauen: ¿con quién se quedará Telerman? Por eso, el apoyo político del Bauen a Telerman debilita la ocupación, refuerza a un gobierno hostil a todos los explotados de la ciudad. La integración de organizaciones o direcciones obreras al Estado debilita, en definitiva, su capacidad de lucha. Telerman no apoya la expropiación del Hotel y ni siquiera vetó la ley macrista que plantea la devolución a sus vaciadores.


 


¿Una “banca para las recuperadas”?


 


El intento de clausura instaló otra inquietud: algunos trabajadores se preguntaron si el apoyo a Telerman no había “metido” al Bauen en la “interna del poder” en la Ciudad. Ciento por ciento correcto. Lleva a reproducir en las filas obreras la división propia de las camarillas capitalistas. Esta inquietud replanteó el interés en el planteo del PO. Uno de los compañeros señaló que deberíamos tener “nuestros propios legisladores y diputados”. Otro, sin embargo, objetó que esa experiencia ya había fracasado con el kirchnerista Diego Kravetz, que ingresó a la Legislatura (con Bonasso e Ibarra) como “diputado de las empresas recuperadas” (como jefe de la bancada kirchnerista, Kravetz pactó con el macrismo la nefasta ley Morando contra el Bauen). Pudimos explicar, entonces, que nuestro planteo político era exactamente el opuesto a la experiencia de Kravetz. Éste no era responsable ante la asamblea del Bauen sino ante los círculos y camarillas de Ibarra o Kirchner. Había usufructuado a las “recuperadas” para defender en la Legislatura un programa patronal. El PO propone involucrar a las “recuperadas” y a todos los movimientos de lucha en la conquista de posiciones políticas, como un movimiento colectivo y con un programa socialista. O sea, por la definitiva expropiación del Bauen y por una gestión obrera definitiva de todas las empresas recuperadas. El apoyo a Telerman lleva, en cambio, a un nuevo Kravetz.


 


La izquierda


 


El debate condujo luego a las divisiones de la izquierda. En este sentido, insistimos, el PO plantea la lucha por construir una alternativa política socialista desde la propia clase obrera. La demostración más clara es el debate que hemos abierto con el Bauen desde las páginas de Prensa Obrera.


 


Notablemente, ninguna corriente de izquierda se ha pronunciado o pretendido abrir un debate respecto del apoyo del Bauen a Telerman. Bajo distintas variantes, resulta claro que han clausurado la pelea por involucrar a la clase obrera en la lucha por una delimitación política de los partidos patronales y el Estado.


 


La reunión dejó abierto el debate. De común acuerdo, aprobamos continuarlo.