Políticas

18/2/2015|1351

Hipotecamiento y quiebra del Banco Central

El Banco Central mantiene una deuda flotante que asciende a los $297.000 millones y que devenga intereses por $83.000 millones al año. Es un concepto, sin embargo, que no figura en el cálculo del déficit fiscal.


 


Para evitar que la emisión creciente que se vienen haciendo para hacer frente a el formidable déficit fiscal y evitar que ese dinero impulse los precios o vaya al dólar blue, el BCRA “esteriliza” esos pesos a través de la colocación entre los bancos de títulos de deuda, (Lebac, Nobac y pases) 


 


Esto ha terminado por provocar una bola de nieve que se hace insostenible. Al tipo de cambio oficial, la deuda asciende a unos US$34.300 millones, bastante más que las reservas; y los intereses superan los US$9.700 millones. Es decir, un promedio, el 28% anual. Bastante más de lo que un banco le paga a un depositante. Ni que hablar que esto echa leña al fuego a la inflación y es un factor de encarecimiento del crédito y por lo tanto, una traba insalvable a cualquier reactivación económica. 


 


Bastaría este dato, para ver que el BCRA esta técnicamente fundido. Si , además, a las reservas que declara el gobierno le restamos los yuanes y otros préstamos otorgados por bancos centrales , entre ellos, el de Francia, los depósitos en dólares de los bancos comerciales que están depositados en las arcas del Banco Central y los depósitos que están inmovilizados por el juez Griesa destinados al pago de los bonistas hechas todas estas deducciones , las reservas apenas ascienden a lo sumo a 18 mil millones de dólares. Si a esto agregamos los 5000 millones de dolares que el estado adeuda a los importadores. , está claro que la Argentina carece de los fondos para hacer frente a los vencimiento de 2015. 


 


Esto es lo que explica la decisión de colocar un freno a las importaciones, aunque esto acentúe el parate productivo. Los recursos de apuro están también haciendo agua .Las expectativas puestas en el fallo de la justicia inglesa para encauzar el conflicto con los buitres se han visto defraudadas. El tribunal londinense ha dejado en manos del juez Griesa la instrumentación de cualquier medida que permita el levantamiento del embargo y al pago de los fondos bloqueados. Sigue abierto el frente con los buitres y el terreno para el chantaje de los acreedores de la deuda. 


 


Por otro lado, el entusiasmo oficial con el Swap en China se ha ido apagando al constatar las trabas que impone dicho país. Esto es lo que explica la desesperación por buscar algún tipo de financiamiento, con la banca extranjera, incluida la china con la cual se tanteó esa posibilidad en el reciente viaje presidencial. Pero, no hay nada que indique que esta tentativa no fracase como ya ocurrió con el fallido canje de fin de año. 


 


En tanto, el único recurso a su alcance es el armado de una nueva bicicleta financiera. 


Con el dólar planchado y tasas cercanas al 30 por ciento, estamos asistiendo a un festival especulativo, con rendimientos siderales en dólares, en el cual empalidece lo ocurrido en los 90. La economía K, en su agonía, ha potenciado todos los desequilbrios económicos.