HOMERO BIBILONI | El secretario de Medio Ambiente es un defensor de contaminadores

Reforcemos la lucha contra Diacrom

La empresa Diacrom se dedica al cromado de metales y tiene su planta en Carapachay, en la zona norte del conurbano. El año pasado fue condenada por contaminación de las napas de agua. En agosto, la firma apeló ese fallo con el patrocinio del estudio jurídico del abogado Homero Bibiloni, actual secretario de Medio Ambiente en reemplazo de Romina Picolotti.

“El secretario de Medio Ambiente no defiende a los vecinos contaminados sino a las empresas contaminantes”, acusó Mariano Aguilar, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas y representante legal del vecindario envenenado por Diacrom. La contaminación con cromo cometida por esa compañía podría afectar a un millón de personas en los partidos de Vicente López, San Martín, San Isidro, San Fernando y Tigre.

A todo esto, a pesar del fallo y gracias a la apelación de Bibiloni, “las canillas con cromo siguen chorreando y las obras para poner fin a la contaminación del agua están frenadas” (Crítica, 5/1).

En aquel escrito en defensa de los envenenadores, el estudio de Bibiloni pedía que la sentencia (obligaba a proceder al saneamiento del agua) fuera dejada “sin efecto en todo cuanto ha sido materia recursiva”. En lenguaje común, el hoy secretario de Medio Ambiente solicitaba que la empresa fuera liberada de culpa y cargo y se le permitiera proseguir la contaminación. Esa apelación de Bibiloni “dilató la posibilidad de sanear el agua y evitar potenciales enfermos de cáncer”, denuncia Aguilar (ídem).

Cuando presentó esa apelación, Bibiloni no era funcionario pero tenía experiencia en el área de su especialidad: entre 2003 y 2004 fue subsecretario de Recursos Naturales, Biodiversidad y Relaciones Institucionales de la Secretaría de Ambiente de la Nación. También había sido asesor de diversos municipios bonaerenses y agente judicial de Obras Sanitarias. Además, tiene un master en Derecho Ambiental de la Universidad del País Vasco.

Esto es: sabía muy bien lo que hacía cuando firmó la apelación en defensa de ese fabricante de cáncer que es Diacrom.

La salud de la población no puede seguir en manos de esta banda. A la exigencia de renuncia inmediata de este defensor de envenenadores se debe añadir la del control popular -asambleas vecinales y organizaciones obreras- sobre la salud ambiental.

A.G.