Los trabajadores de los hospitales y centros de salud de la ciudad decimos ¡basta!, por eso el 12 de noviembre paramos y nos movilizamos a la sede del gobierno porteño.

La situación en los hospitales es catastrófica. Además del retroceso salarial y la falta de nombramientos se mantiene el deterioro edilicio, de insumos y de equipamiento, por lo que prácticamente los hospitales sólo brindan una atención mínima. A esto se suma la exclusión de pacientes del interior o extranjeros.

Esta situación no es un hecho casual o coyuntural: es la política sanitaria del macrismo. Esto es por la compactación y el cierre de hospitales, la reducción de las camas de internación, la privatización de las áreas rentables y la superexplotación de los trabajadores, cinco meses de atraso en el pago de los salarios a los residentes, concurrentes ad- honorem, incremento no remunerativo de 110 pesos.

Macri viene por la liquidación del hospital público y gratuito.

No está solo el jefe de Gobierno en esta cruzada. Cuenta con el aval del kirchnerismo en la Legislatura, que no tiene tapujos en votar las leyes de remodelación edilicia, de re-actualización de los precios contratados (ya acordados) y de privatización de la facturación. También cuenta con el aval de las burocracias de los sindicatos porteños: Sutecba, UPCN y Médicos Municipales.

Once meses de gestión macrista bastaron para mostrar cuáles eran sus verdaderas intenciones, el laboratorio de prueba capitalino del candidato presidenciable del “campo”.

La bases se levantan y la organización de los trabajadores se extiende.

El paro, la movilización y el acto frente a la sede del gobierno porteño es el resultado de una profunda deliberación en las bases de los hospitales y la culminación de un proceso de luchas aisladas impulsadas por los sectores opositores, que se fueron desarrollando a largo de todo el año. Tiene la característica fundamental de ser una movilización independiente y del conjunto de los trabajadores de la salud de la mayoría de los hospitales porteños. Se ha roto el enchalecamiento que históricamente han impuesto las burocracias de los gremios que nuclean mayoritariamente al conjunto de los profesionales y trabajadores del escalafón general.

Más de 30 organizaciones, asociaciones de profesionales y agrupaciones sindicales son las convocantes y se siguen sumando al cierre de esta nota. Es, indudablemente, un punto de inflexión y abre la posibilidad de un verdadero reagrupamiento de los trabajadores de la salud, iniciativa de la cual Tribuna de Salud ha sido una de sus fervientes impulsores.