La cuarentena decretada a raíz del brote del Covid-19 desató una verdadera catástrofe en los barrios que sacó a relucir de la manera más brusca la miseria que hace años se vive.

La situación en Hurlingham no dista mucho de la situación en los diferentes barrios del conurbano bonaerense. En un municipio pequeño, las necesidades son enormes. Ya son 3 los casos confirmados de coronavirus y 15 los de dengue. Barrios como Los Patitos, El Destino y Jufre denuncian la tardanza en las tareas de desmalezamiento y desinfección para prevenir el dengue.

Zabaleta entrega miseria a las familias

En la secretaría de Acción Social las familias se agolpan, formando filas de hasta 4 cuadras, para recibir el bolsón del municipio que contiene sólo 6 productos (1 harina, 1 fideo, 1 puré de tomate, 1 arveja, 1 polenta y 1 yerba). El “beneficio” sólo puede ser recibido por única vez, aunque frente a la extensión de la cuarentena es probable que repartan una segunda tanda. Sin embargo, serían 12 productos para una cuarentena de casi 40 días. De elementos de limpieza e higiene ni hablemos, brillan por su ausencia.

Una situación similar sucede en las escuelas, en dónde las raciones por 15 días son bochornosas y no alcanzan el mínimo nivel nutricional. En la escuela N°15 entregaron 1 leche, 2 frutas, 2 barras de cereal, 4 alfajores y 2 magdalenas. 

El escándalo a raíz de los sobreprecios en la compra de alimentos para comedores populares, deja al descubierto el entramado de corrupción entre funcionarios y empresarios que en época de crisis alimentaria lucran con el hambre de las familias. Los comedores no reciben ni un gramo más de alimentos. El gobierno no atiende la crisis e incluso incumple la Ley de Emergencia Alimentaria votada en 2019 mientras los comedores rebalsan de demandas de familias enteras. 

Sin embargo, el intendente se pasea con Kicillof, Berni y Alberto Fernández; cuando dejan a los pibes y familias de Hurlingham y de todo el país sin comer. 

El gobierno recorta el IFE

La crisis ha dejado a los compañeros de los barrios, en su mayoría trabajadores informales, con sus ya magros ingresos reducidos a cero. El prometido bono de $10.000 todavía no se empezó a cobrar y ya son miles los compañeros rechazados sin ninguna justificación. El beneficio se cobraría en los primeros días de mayo, por lo que abarcaría marzo, abril y mayo, es decir, $3.333 por mes. Una miseria. 

En Hurlingham somos miles los compañeros que estamos esperando respuestas.

El Polo Obrero frente a la pandemia

En Hurlingham, con los escasos recursos que recibe el Polo Obrero, entregamos mercaderia y artículos de limpieza dos veces en menos de un mes, casi triplicando la cantidad de productos que entrega el municipio. 

La salida a la crisis sanitaria y económica debe ser tomada en manos de los trabajadores ocupados y desocupados. Es necesario orientar nuestros reclamos por: comisiones de vecinos y organizaciones sociales que se encarguen de la distribución de alimentos y kits de higiene. Duplicación de la partida para alimentos. Acceso irrestricto al IFE. Seguro al parado de $30.000. Universalización de la tarjeta alimentaria a las familias con menores de 18 años. Un impuesto progresivo a las grandes fortunas el distrito para aumentar las partidas alimentarias. No al pago de la deuda externa.