La Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad, está realizando una campaña relámpago en los colegios secundarios con el planteo de escuchar reclamos y ‘consensuar’ una reforma de la enseñanza media. Los funcionarios, que esgrimen el argumento de la alta deserción escolar, se ocupan de aclarar que lo que está fuera de discusión es la implementación del EGB y el Polimodal, esto es, la aplicación de la Ley Federal de Educación, masivamente repudiada por el movimiento estudiantil y la docencia. Un par de semanas atrás, los estudiantes de varios colegios de Flores y Caballito realizaron cortes de calle contra la reforma educativa.

Según La Nación (19/9), el secretario de Educación porteño, Daniel Filmus, ha firmado un convenio con su colega nacional Delich, para que una comisión estudie reformas curriculares y políticas sociales. “Nuestra consigna es no iniciar una reforma sin consenso”, dijo Filmus. Pero agregó: “El gobierno porteño apura el estudio de las reformas para ponerlas en marcha en marzo de 2001”.

¿De qué consenso se habla? Quedan dos meses de clases y la quieren aplicar durante el receso, a espaldas del movimiento estudiantil y docente. En la Legislatura está pendiente el tratamiento de la Ley de Educación de la ciudad, y el Ejecutivo lanza unilateralmente un operativo de propaganda sobre los colegios en favor de la “reforma” que liquida la educación secundaria y achica el plantel docente: “concentración de la carga horaria” y prolongación de la jornada de trabajo “más allá del aula”, adelantó Filmus.

La posición del Partido Obrero es que el movimiento estudiantil y docente secundario debe rechazar de plano este golpe de mano y convocar asambleas que resuelvan un plan de acción contra la reforma y por las reivindicaciones docentes y estudiantiles.