En la mañana del sábado 16, la Plaza Serrano —centro del movimiento cultural, artístico y comercial en el barrio porteño de Palermo- amaneció rodeada de carros de infantería y efectivos policiales, para desalojar a los artesanos de la plaza. Ibarra los denunció por “usurpación del espacio público”, algo que jamás hizo con los grupos capitalistas que llenaron los bosques de Palermo de megadiscotecas ilegales.

 

A los vendedores ambulantes los persigue porque “no venden artesanías”. A los artesanos, porque ocupan “espacios públicos”… El desalojo de la plaza está destinado no a defender el espacio público, sino a promover los shoppings seudoartesanales y grandes comercios.

 

Durante todo el fin de semana, el Partido Obrero y el Polo Obrero de la zona norte de Capital participaron de la lucha de los artesanos. Mientras tanto, una movilización gitaba: “Pan, trabajo, el código al carajo”.

 

La fiscalía y el gobierno no se salieron con la suya: los artesanos se quedaron en la plaza y vendieron con mantas en los asientos y en el suelo de la plaza. La Policía se retiró, en medio de los festejos de trabajadores y vecinos.

 

En ese mismo instante, los vendedores de San Telmo resistían una escalada similar.

 

Reclamemos la cesión gratuita de paseos callejeros en las zonas con movimiento turístico y comercial; la construcción de boulevares a cargo del Estado, y el subsidio al parado, para que la venta o reventa ambulante no termine siendo la única vía de subsistencia de miles de compañeros.