Políticas

4/8/2008|890

Ibarra y Alvarez “rehabilitan” a los capitalistas de la noche


El primer fin de semana de marzo fue de algarabía para los empresarios de Cedeba, la Cámara que se fundó en medio de los auspicios y discursos de Aníbal Ibarra, Vilma Ibarra y Fabiana Fiszbin. Según informa Clarín del 6/3, “reabrieron 12 disco, que se suman a las que lo hicieron el fin de semana anterior, pero casi 200 menos que las que funcionaban antes del incendio de Once”. En esta lista superconcentrada figuran “los grandes del circuito , como Follia, Millenium o Mint”. Se trata de los boliches que funcionan en los bosques de Palermo, violando todas las normas de planeamiento urbano y, por lo tanto, con permisos ilegales. Follia fue denunciada por usurpar terrenos del Club Ciudad. Su verdadero propietario, Pablo Batalla, fue director administrativo del Colón bajo la gestión de Telerman en la Secretaría de Cultura de la Ciudad.


 


Cuando sucedió la tragedia de Once, tomó estado público que ninguno de estos boliches respetaba normas mínimas de seguridad. Ahora, uno de sus propietarios admite que en la reapertura “no modificamos nada, sólo tuvimos que presentar planos y certificados” (ídem). Es que buena parte de la nueva normativa no pasa de una parodia burocrática para justificar mayores gastos y cerrar, de paso, a los establecimientos más débiles. A pesar de ello, la reapertura mostró que la “seguridad” de los chabanes de la noche será afrontada por los usuarios. Todos los boliches “aumentaron las entradas o anularon promociones” (ídem).


 


Con Ibarra y Alvarez en el poder, las mafias que provocaron Cromañón no sólo siguen en el poder, sino que multiplican sus negocios.