Políticas

19/9/2002|772

Igual salario por igual tarea

El porcentaje de mujeres que sostienen su hogar ha aumentado a saltos, llegando al récord del 28,8%.


Una publicación del Ministerio de Trabajo dice: “La mujer trabajadora tiende a concentrarse en los sectores de empleo y las ocupaciones de más baja remuneración, menor estabilidad y mayor precariedad”. Efectivamente, las mujeres ganan un 28% menos que los hombres.


Una obrera textil decía, en el año ‘98: “Nuestro salario es de 1,26 pesos la hora. El premio a la producción es diferente para los maquinistas que para las dobladoras, o los que hacen tareas generales. Las máquinas son obsoletas y no llegan a la producción, así nos castigan con menor salario”.


Los porcentajes de mayor participación laboral de la mujer se dan en el servicio doméstico (casi 1 millón de mujeres) y la docencia (80%). Las empleadas domésticas tienen ingresos menores a 300 pesos y es la ocupación con mayor porcentaje de trabajadores en negro (92%). De cada 10 docentes, 6 ganan por debajo del límite de la pobreza.


La superexplotación de la mujer trabajadora no se da sólo en la Argentina:


España: “El salario de las mujeres es un 30% inferior al de los hombres.” (El País, 24/7).


Brasil: “El salario de las mujeres negras es inferior en un 55% al de las mujeres blancas, y éste es inferior al de los hombres”. (Toolsyraj Benydin, representante de la Confederación Mundial del Trabajo).


Venezuela: “Las mujeres tenemos en el país un 30% de remuneración menor que los hombres” (publicado en Alai 335, 29/6/01).


Costa Rica: “En general el salario de las mujeres tiende a ser inferior al de los hombres en todas las clasificaciones económicas” (Programa Formujer).


Estados Unidos: “400 enfermeras del Hospital de Nyack, de Nueva York, realizaron una huelga de 151 días, para lograr contratación por 5 años y mejores condiciones de trabajo. En el St. Vincent Hospital, del Centro Médico de Worcester, 618 enfermeras realizaron una huelga sin precedentes, de 49 días; así lograron estipular límites estrictos para las horas extraordinarias obligatorias”.


“Un estudio realizado en los EE.UU. por la AFL-CIO indica que, si el salario de la mujer fuera igual al del hombre por un trabajo equivalente, los niveles de pobreza se reducirían a la mitad. En promedio, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres cuesta unos 4.000 dólares por familia y año.”


“El salario de las mujeres representa, en todo el mundo, entre el 50% y el 80% d el salario de los hombres. Según estimaciones, el valor mundial de las tareas de subsistencia y del hogar, que realizan las mujeres y que no se pagan, fue en 1995 de unos 11 billones de dólares, aproximadamente la mitad del valor total de las mercancías vendidas y los servicios prestados en el mundo entero en ese mismo año” (Trade Union World, mayo 1999, p. 21).


El salario menor para las mujeres por igual tarea es inherente al capitalismo.


Las luchas obreras que unifican bajo un mismo programa a desocupados y ocupados, a hombres y mujeres trabajadores, y platean las ocupaciones de las fábricas hacia el control obrero de la producción van armando el camino para terminar con la desocupación y las diferencias de salario por sexo, nacionalidad o raza.


En esta etapa de la historia, de agotamiento del régimen, las trabajadoras y trabajadores tenemos que luchar por nuestra Asamblea Constituyente con poder y avanzar al gobierno de trabajadores y a la sociedad sin explotación.