Políticas

23/7/2003|810

IU-PS: Un operativo antipiquetero

El sábado 12, en el Microestadio de Lanús, cuando Patricio Echegaray (PC) y Juan Carlos Giordano (Mst) proclamaban las candidaturas de Izquierda Unida (IU) en la provincia de Buenos Aires, los dirigentes piqueteros del Mtl señalaron que se trataba de dar la “lucha al sistema capitalista en todos los terrenos” (Propuesta, 17/7).


Pero el lunes 14, a último momento, cuando se constituyó la alianza IU-Unidad Partido Socialista, integrada esta última por el Partido Socialista Democrático (Psd) y el Partido Socialista Popular (Psp) – un partido que integró el alfonsinismo y la Alianza, y que hoy va con Ibarra – , “la lucha contra el capitalismo” había desaparecido de cualquier horizonte a la vista.


Una “declaración política” anticlasista


Para el Mst, “la alianza IU-PS se asienta en una declaración política de ruptura con el FMI y los partidos del régimen”, lo cual es curioso porque el PS es un partido del régimen. Cualquiera puede comprobar esto leyendo la entrevista a Jorge Rivas en Página/12 el 16/7. La declaración presenta al FMI como un “organismo que regula las finanzas internacionales”.


La palabra obrero es reemplazada por el vocablo trabajador, y revolución por “verdadero cambio social”. La lucha de clases por “conflicto social”. En lugar de un planteo de gobierno de trabajadores propone una “alternativa de verdadero cambio social e independencia nacional”.


¿Y el “argentinazo”?


La declaración política de la “unidad IU-PS” no hace referencia desde ningún punto de vista al “argentinazo”. Mal podría hacerlo cuando la “Unidad PS” participó activamente de los gobiernos de la Alianza que fueron volteados por la acción revolucionaria de las masas.


Tampoco critica la salida electoralista, elaborada por Duhalde y el imperialismo, para contener las tendencias revolucionarias. Al contrario, la “Unidad PS” saluda el proceso institucional que determinó el ascenso de Kirchner, como “una prueba contundente de esta concepción democrática explícita de la mayoría de los argentinos” (editorial de La Vanguardia, 28/6), congratulándose que, a diferencia de las elecciones del 14 de octubre del 2001 que preanunciaban con su alto votoblanquismo la disconformidad de las capas medias, las “elecciones del 27 de abril señalan la posibilidad de apertura de un nuevo ciclo político”, en el que la “Unidad PS” bregará por un perfil productivista que “beneficie al conjunto del país, a sus distintas clases sociales”.


La “Unidad PS” no esconde un contenido burgués: “La reunificación del Partido Socialista, tarea necesaria aunque todavía insuficiente, requiere también de la identificación clara de los sujetos sociales a los que debe representar política y electoralmente: trabajadores, empleados, empresarios industriales y rurales… que crean en la necesidad de una sociedad más humana”. La Declaración Política de la “alianza” IU-PS sólo se refiere al “capitalismo globalizado” o ataca a “las grandes corporaciones y el capital concentrado y especulativo”, o sea que usan los eufemismos de los Lula, los Blair o los De Gennaro para plantear un capitalismo mejor y diferente al “especulativo” o “concentrado”.


No confiar o luchar contra el gobierno capitalista


El Mst se jacta de que gracias a su acción “se logró acordar una declaración política tomando como base propuestas fundamentales de Izquierda Unida. Llamando a enfrentar a Solá y el PJ y a no confiar en los gobiernos de Kirchner y de Ibarra…”. A unos los “enfrenta”, a los otros los ve con algún “recelo”. Inapreciable distinción. Pero el PS ya había dejado en claro que se “congratula por el nuevo y oxigenado panorama nacional creado por las iniciales medidas políticas y económicas del presidente Kirchner, que no vacilamos en aplaudir” (ídem La Vanguardia). La alianza IU-PS es un sublema de Kirchner.


Ese frente es un salto en calidad en la integración de IU al orden burgués.


El viernes 11, en el acto de lanzamiento de la campaña electoral del PO Capital, en la Federación de Box, sin conocer este desenlace “unitario” con el PS que se produciría el lunes 14, Altamira denunció la política de IU porque “han renunciado definitivamente a cualquier compromiso con la estrategia revolucionaria” (ver discurso de Altamira y editorial del Prensa Obrera del 17/7).


En el desenlace del proceso revolucionario argentino e internacional, hace falta un partido y un reagrupamiento frentista obrero revolucionario.