Políticas

30/4/2009|1081

Jornada de lucha de la CTA en la Zona Norte

La excepción a la regla

El miércoles 22, la jornada de lucha de la CTA movilizó a más de 1.300 trabajadores alrededor del Polo Tecnológico Miguelete. A las 10 horas, en las puertas del Inti, comenzaron a concentrarse las diferentes columnas y delegaciones. La movilización partió de allí, se detuvo en Emfer, bajó a General Paz y marchó hasta Constituyentes donde, por colectora, volvió a la puerta del Inti para realizar el acto de cierre.

Entre los organismos estatales estuvieron la CNEA con una nutrida columna, el Segemar que sumó más de 150 compañeros, el Inti con otros tanto, la Citedef que se encuentra en una gran lucha por la implementación de un nuevo escalafón. Se sumaron, además, la Senasa de Martínez, la Cicop del Hospital Belgrano. También participaron delegaciones de la OLP, la CCC y Barrios de Pie. De la industria de la zona se sumaron las metalúrgicas Roberto Bosch, que viene de una dura lucha contra las suspensiones, y Emfer (pegada al Inti) y la fábrica de calzado recuperada CUC (ex Gatic). Fueron también de la partida organizaciones políticas de izquierda, la Mesa Coordinadora por el Salario y el Trabajo de la Zona Norte y la CTA de San Martín-3 de Febrero. Sin embargo, como una manifestación de la lucha intestina que devora a la CTA, también aquí se manifestó el sabotaje a la movilización de los Suteba.

La importancia de la concentración y la confluencia de los diversos sectores de estatales, privados y desocupados recordó las movilizaciones que precedieron a la crisis del 2001.

Sin embargo, la importante participación alcanzada contrastó con el vacío, tanto organizativo como político de la jornada. En el Inti, la organización de la misma la llevó adelante la Naranja y el Cuerpo de Delegados independiente, mientras que la Junta Interna Verde (acompañada por su sempiterna pata morenista) se limitó a repartir un volante el día previo.
Los reclamos de la CTA y las declaraciones de su titular contrastaron con la consigna central de la Jornada (“Los trabajadores no vamos a pagar la crisis”). Por el contrario, si los trabajadores seguimos la política de la CTA el peso de la crisis caerá sobre nuestras espaldas.

Es totalmente acertada la observación que hizo un delegado verde de Segemar: “Las bases están para mucho más de lo que propone la dirección de la Central”.

A.K.