Políticas

28/2/2018

Jubilaciones bonaerenses: las falsedades del gobierno de Vidal

Quieren utilizar la plata del IPS para pagar deuda.

Luego de haber reconocido que el IPS es superavitario, Cristian Guibaudo, director de la caja jubilatoria de los estatales bonaerenses, nombrado por la gobernadora Vidal, acaba de declarar sorpresivamente que el balance del 2017 presenta un déficit de $1.180 millones, como fruto del pago del medio aguinaldo (El Día, 14/2).

Se trata de un artilugio cuyo propósito es preparar la llamada ´armonización´ buscada por el gobierno de Macri, para aumentar la edad jubilatoria y bajar los porcentajes jubilatorios de la docencia y los trabajadores del Estado bonaerenses, adaptando el IPS a la ANSES. 

El pasaje a la ANSES del IPS requeriría de una reforma constitucional, porque la Constitución provincial lo prohíbe y ni Vidal ni Macri van a querer pasar por semejante y riesgosa aventura. Pueden soslayarla sobre la base de una ley que no contemple ese pasaje, pero sí la edad para jubilarse y el porcentaje del salario en actividad que le correspondería a los futuros beneficiarios. 

De todas maneras, el IPS no es deficitario. Juan Suárez, integrante del directorio del IPS declaró: “El IPS tiene un fondo acumulado hace años, y que responde a prestaciones que se pagan a futuro, por ende no es deficitario”. 

“Hay un problema en el IPS que viene sucediendo en los últimos años porque –añadió– no se respeta la tasa de reposición de activos: se jubila una persona y hay que incorporar a otra porque es un sistema solidario. El reemplazo de esa persona que se jubiló se está haciendo mediante contratos de locación, como monotributistas y, por lo tanto, se está pagando con fondos de la provincia de Buenos Aires a una persona que aporta al régimen nacional y eso va generando un menor ingreso, lo cual llevará a un déficit seguro”(Agencia Nova,16/2).

Así, por ejemplo, el vaciamiento de los equipos de Orientación Escolar (Gabinetes Psicopedagógicos), que son progresivamente reemplazados por asistentes terapéuticos monotributistas, no sólo coloca fuera de los derechos del Estatuto del Docente a estos trabajadores y los desorganiza, sino que colabora con el vaciamiento y desfinanciación del IPS.

También la Asociación por la Defensa del Sistema Previsional (ADESIP) sostiene la falsedad del argumento del déficit: “En 2016 el ejercicio presupuestario arrojó un resultado positivo de $4.588 millones, con lo cual el patrimonio neto del IPS acumuló $24.733 millones”. Y agrega: “El organismo, con sus excedentes, viene solventando desde hace muchos años parte del déficit de las arcas provinciales, entregando los excedentes financieros a través de créditos en cuentas corrientes sin intereses y letras previsionales”. Hay que mencionar al respecto, que todos los gobiernos de la provincia de Buenos Aires, de todo signo político han venido haciéndolo, a partir de incorporar esa facultad del estado provincial en todas las leyes de presupuesto, para devolver el dinero sin computar interés alguno. 

Pero: ¿es esta la única manifestación del robo estatal a las arcas jubilatorias de la docencia y los estatales? De ninguna manera. La deuda de la provincia, por este motivo, con el IPS es de $782 millones, es decir más de la mitad del déficit que se le atribuye. El propio director del IPS reconoce que los municipios adeudan $160 millones de pesos y las escuelas privadas $500 millones. Si sumamos toda la deuda impaga y los intereses correspondientes, se supera con creces el déficit que se le atribuye al IPS.

La conclusión está clara: asistimos a una mentira descomunal del gobierno de Macri y Vidal para liquidar nuestra caja jubilatoria. Uno aspecto central de la lucha docente y estatal debe ser la defensa del IPS, y del régimen jubilatorio vigente (porcentaje y edad jubilatoria).

Por otra parte, es esencial que nuestra caja sea dirigida por representantes electos por los afectados (activos y jubilados), responsables a través de las asambleas de rendir cuentas sobre el estado financiero del IPS.

Y una conclusión fundamental: la defensa del IPS, el freno a su saqueo, va a ser obra, no de un recurso de amparo, sino de la lucha consecuente de los trabajadores y de los métodos de la huelga. Es una pelea de fondo por las condiciones de existencia de millones de jubilados y trabajadores, mientras que para Vidal y para los capitalistas acreedores se trata de usar el dinero de nuestras jubilaciones para pagar la deuda enorme de la provincia que asciende a u$s 9.000 millones. 

La lucha por la defensa del IPS se une al planteo del repudio a la deuda contraída con la banca usuraria.