Políticas

26/6/2003|806

Kirchner apuntala la re-re del Menem salteño.

La mitad de los kirchneristas ya se han integrado al frente romerista que impulsa la reelección. El martes pasado se anunciaba la presencia de Scioli para consumar el matrimonio con “El Lupo”; sólo una revuelta de algunos grupos de base que se creyeron aquello de que Kirchner es la escoba para barrer al romerismo en Salta; paró momentáneamente un apoyo expreso al continuismo de la camarilla que llevó a Salta a los primeros lugares de pobreza e indigencia a nivel nacional.


En esta línea, Jorge Brito, gerente del Banco Macro, y de Adeba, sostenes fundamentales de Romero-Menem y blanco de los ataques de Kirchner en sus primeros días de gobierno, expresaba en La Nación su “apoyo esperanzado” al nuevo gobierno nacional.


 La ilusión de los hombres del Partido Renovador, de la Ucr y de un ala de los kirchneristas (y con ellos, de todo el arco que va desde el centroizquierda hasta la Cta y la Ccc) de que el Presidente, al que todos ellos adjudican un carácter progresista y hasta “antiyanqui”, encabece en Salta una cruzada para terminar con Romero, se desinfla de hora en hora…


Los profundos lazos con Romero de los renovadores (mantienen hombres propios en la Corte, sostuvieron la primera reelección…) o de la Ucr (que mantiene al ministro de Salud y a los gerentes de la Obra Social provincial en el gabinete romerista) impulsan el éxodo de porciones crecientes de esos partidos al romerismo.


En donde el repudio popular al continuismo de Romero se mantiene y aún más, cre ce, es entre la población en general, que el viernes protagonizó una nueva movilización de unas 1.500 personas.


El Partido Obrero busca expresar a esta masa del pueblo de Salta que lucha por el trabajo, la salud pública y la educación, que han sido llevados a un colapso por la década de gobierno romerista. La conquista de una gran bancada de constituyentes del PO será un paso fundamental para fortalecer una verdadera oposición política popular. El triunfo del No, en el que nos empeñamos con todas las fuerzas, está jugado a la suerte de la batalla que libre el pueblo de Salta pasando por encima de los que hoy simulan enfrentar al romerismo, al tiempo que su jefe mister K transa con la camarilla.