Políticas

16/8/2007|1005

Kirchner cambia al FMI… por el Banco Mundial


El gobierno se encuentra “trabaja intensamente”, según informa El Cronista (13/8), en una propuesta para pagar la deuda que Argentina mantiene con el llamado Club de París. El Club de París reúne a las instituciones estatales acreedoras de países endeudados; sus principales integrantes son Estados Unidos, Alemania, Japón Inglaterra y Francia. Según el ministro Peirano, “la normalización con los países acreedores es un tema central” (ídem).


La deuda argentina con entidades estatales (bancos y otras instituciones) de terceros países asciende a 6.200 millones de dólares; entró en default luego de la bancarrota de fines del 2001.


Para aceptar una negociación, el Club de París exige que Argentina acuerde un programa con el FMI, que garantice las posibilidades de pago de la deuda renegociada, lo que el gobierno rechaza.


Para salir del entuerto, el gobierno le propondría a los acreedores que el Banco Mundial o el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS) reemplacen al FMI en la tarea de “certificar” las posibilidades de pago de Argentina. Pero el Banco Mundial es un hermano siamés del FMI; el BIS es el banco que agrupa a los bancos centrales.


El Banco Mundial es uno de los principales acreedores de nuestro país, Uno de sus últimos créditos, por 150 millones de dólares, tuvo como destino la concesión del yacimiento Cerro Dragón, en manos del pulpo Pan American Energy (British Petroleum-Bulgheroni), que acaba de ser extendida por cuarenta años, mediante una renegociación escandalosa. El Banco Mundial decide, entonces, la política petrolera argentina.


Con la excusa de “rechazar la ingerencia del FMI”, el gobierno nacional y popular se apresta a poner a la Argentina bajo la supervisión de alguna de las más sólidas instituciones del capital financiero mundial que son, además, acreedores de Argentina y partícipes del vaciamiento de sus reservas hidrocarburíferas. Esto para proceder a pagar la deuda con los estados acreedores.


Así gobiernan los “nacionales y populares”.