El legislador de la Alianza-UCR Jorge Enríquez envió un proyecto de ley a la Legislatura por el que elimina prácticamente el “derecho de reunión”. Plantea que “las reuniones públicas espontáneas sólo pueden realizarse en lugares cerrados”, lo que significa que quedarían expresamente prohibidas las manifestaciones de más… de 20 personas. Sólo se permitirían manifestaciones públicas con un permiso previo “mínimo” de “10 días corridos”. Pero “la autoridad” se reserva incluso el derecho, “después de autorizar la reunión”, de “dejarla sin efecto, si las circunstancias permiten razonablemente presumir que peligra la seguridad y el orden público”. El legislador pretende prohibir que se hagan manifestaciones y actos en la vía pública en “días hábiles” en toda la zona del macrocentro. Los días feriados sí se podrían hacer, pero sólo en caso de tratarse de actividades “conmemorativas” de “fechas patrias”.

En su “exposición de motivos”, Enríquez se encarga de aclarar que pretende poner “límites” a los “derechos de peticionar a las autoridades, de reunión, y del derecho de huelga”. Se trata de un proyecto fascistizante, que con la excusa de defender los derechos del automovilista (contra las manifestaciones) o el derecho de “enseñar y aprender” (contra las huelgas docentes) pretende imponer el ‘orden’ y acallar las protestas populares.

El proyecto permite la reunión sin autorización de “las instituciones religiosas para los actos propios del culto” y de “quienes organicen actos populares con motivo… de conmemoraciones patrias”. Ya anteriormente hubo otros que propusieron construir un “protestódromo” en los bosques de Palermo.

Ante su incapacidad social, la burguesía apresta su arsenal antidemocrático, prohibicionista y represivo.