La noticia de que ahora la Corte habría hecho ‘justicia’, impidiendo que la Cámara de Casación Penal obstruyera los llamados juicios ‘por la verdad’ como reclamaban las FF.AA., tiene el carácter de una patraña. Lo mismo vale respecto del rechazo del planteo del Consejo Supremo de las FF.AA. (Cosufa) de que los juicios por el robo de bebés, no amparados en las leyes amnistiadoras de la democracia, fueran pasados a la órbita militar. Por estos juicios ya están en prisión ‘domiciliaria’ 10 ex generales o almirantes.

La ‘opinión pública’ está siendo sometida a una pérfida maniobra mediante la cual el gobierno ‘posa’ de prescindente y la Corte hace gala de ‘independencia’, pero tras bambalinas uno y otra, junto a los altos mandos de las FF.AA. y la Iglesia, preparan un nuevo paquete amnistiador. Las FF.AA. quieren establecer una ‘mesa del diálogo’ para terminar por esta vía con las citaciones judiciales, mientras que la Alianza busca una ‘solución’ por vía judicial o legislativa.

Mientras esta discusión tiene lugar, habría ya un acuerdo de sancionar ‘moralmente’ a los gerontes popes de la dictadura por el plan de sustracción de los bebés.

Más instructiva es la resolución de la Corte que permite proseguir con los juicios ‘por la verdad’, en las que los militares sólo declararían como imputados, sin juramento de decir la verdad y con la posibilidad de negarse a declarar sin consecuencias penales. La Cámara Federal de Bahía Blanca, a diferencia de sus pares de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Santa Fe y Rosario, los sentó como testigos “obligados a comparecer, a declarar y a decir la verdad”, y esto “irrita” a los militares (ídem, 5/8).

Es falso que la resolución de la Corte vehiculizó siquiera esos ‘juicios’. La norma que dictó la Corte es “confusa”, “trata de decir lo menos posible”, y “tampoco rechaza lo actuado por Casación, como habían reclamado los camaristas” (Página/12, 4/8).

El gobierno está obligado a actuar en un cuadro de agudas tensiones, no sólo en las FF.AA., sino también en el aparato judicial. Pero la Alianza está decidida a ir bien lejos en completar la política amnistiadora de los gobiernos que la precedieron.

¡Abajo toda la política amnistiadora! ¡Fuera las leyes de ‘obediencia debida’ y ‘punto final’ de Alfonsín y el indulto menemista! ¡Juicio y castigo a todos los culpables!