Políticas

25/7/2013|1278

La campaña de Altamira

En las plazas y en las calles

No hacía falta esperar la aparición de las encuestas de opinión, que colocan la candidatura de Altamira y al Frente de Izquierda en el cuarto lugar en la Ciudad, para darse cuenta del creciente apoyo que estamos recibiendo en amplios sectores sociales. Es que la militancia que está armando las recorridas con los candidatos, organizando las charlas-debate y realizando la agitación en las calles lo palpa día a día y de manera creciente.


Este apoyo en alza lo hemos verificado en las calles y en las plazas. En Corrientes y Scalabrini Ortiz, por ejemplo, la presencia de los candidatos del PO, con Altamira a la cabeza, concitó una gran atención de los vecinos, quienes se acercaban a saludar y a debatir. En la feria de Mataderos, la recorrida directamente explotó. Para recorrer apenas cien metros, Altamira demoró más de una hora, porque innumerables personas se acercaban a debatir o a sacarse fotos. En más de una ocasión se armaron pequeñas asambleas, especialmente con jubilados y jubiladas, los que estaban indignados por los magros ingresos que reciben después de haber aportado durante toda su vida. En las conversaciones, notamos un alto grado de politización de la población, la cual tenía muy claro el hecho de que con sus aportes la Anses está pagando la deuda externa o subsidios a empresas. Nosotros comentamos que el tema era un eje de nuestra campaña y que íbamos a destinar un spot entero a denunciar la situación de los jubilados y reclamar el 82% móvil. Tanto en Villa Crespo como en Mataderos, nos cruzamos con candidatos de los partidos patronales. El contraste fue alevoso, sobre todo si lo comparamos con la recepción de la dupla Filmus-Cabandié, que andan custodiados por sus propios y fornidos militantes, incapaces de encarar un debate franco y abierto con la población.


Una actividad destacada fue la que hicimos en el Hospital Ramos Mejía, del barrio de Once. Una gran delegación de trabajadores del hospital (enfermeros, técnicos y médicos) acompañó a Altamira en la recorrida por distintas áreas. Las denuncias de los trabajadores y profesionales sobre la situación que deben enfrentar nos acompañaron durante toda la recorrida. Enfermeras que deben atender 24 pacientes a la vez; carencia de insumos elementales como alcohol o guantes; personas internadas en salas comunes cuando, por su cuadro clínico, debieran estar en terapia intensiva; superexplotación de los médicos residentes, quienes deben bancar el funcionamiento del hospital con jornadas extenuantes, fueron sólo algunas de las denuncias recibidas. A cada paso que dábamos, se acercaban más trabajadores, lo que no nos permitió cumplir el itinerario previsto. Incluso los pacientes se acercaban, para agradecer la presencia y dar muestras de apoyo. Del balance de la actividad surgieron dos ideas: armar un programa completo de lucha para el Ramos Mejía y armar recorridas en otros hospitales de la Ciudad, para recoger inquietudes y profundizar la organización interna para la lucha.


En las charlas también hemos verificado un gran progreso. Dentro de las últimas realizadas, se destacó la de Lugano, donde vinieron más de 55 vecinos del barrio con muchas preocupaciones e inquietudes. Quienes hace mucho militamos en esos barrios sabemos lo que esa presencia significa, pues Lugano es un barrio de la Capital copado por punteros del PJ y el PRO. También en Chacarita la presencia de trabajadores fue nutrida. Ahora vamos a La Boca, donde todo hace prever una presencia masiva de vecinos. Enterados de la visita de Altamira, la Asociación de Vecinos del barrio de La Boca pidió recibirlo en su local, antes de la charla, para debatir sus inquietudes.


En los próximos días, abriremos dos nuevos locales, uno en Belgrano y otro en Palermo (cerca de Plaza Italia); iremos a más hospitales, como el Alvarez, el Fernández y el Borda. Incrementaremos la presencia callejera, con más de 50 mesas diarias y 150 los fines de semana. Y con el comienzo de las clases en los colegios secundarios, a partir de la semana que viene, nos volcaremos a una agitación en las puertas de las escuelas para ganar el voto de los pibes mayores de 16 años. Quedan dos semanas más hasta las Paso. Profundicemos la propaganda, la agitación y la organización.