En conmemoración de la contienda electoral del 2003 donde Néstor Kirchner competía con Menem, se realizó en José C. Paz la semana pasada un acto que tuvo como orador central a Máximo Kirchner. El acto fue la excusa para sellar el acuerdo entre el barón del conurbano Mario Ishii y La Cámpora, es decir, CFK.

El acto forma parte de la profundización de los lazos entre La Cámpora y lo más rancio del PJ en todo el Conurbano. Pero además, Ishii es uno de los elementos que asegura la gobernabilidad de Vidal y del macrismo. Carlos Urquiaga, alfil de Ishii en la Legislatura bonaerense, es parte del bloque pejotista  que ha votado las leyes de ajuste y endeudamiento a la gobernadora.

Ishii gobierna de la mano de los punteros en las enormes barriadas en extremo humildes que existen en José C. Paz. La malversación de fondos de los planes sociales y los cuantiosos subsidios que bajan desde Nación y provincia al municipio es total, al igual que su otorgamiento a dedo.

Luego de 20 años de gobernación PJ-Kirchnerista, el distrito de José C. Paz sigue siendo uno de los más pobres de la provincia de Buenos Aires, reina el trabajo informal y la manera de subsistir de miles de familias es asistir a comedores y merenderos, más del 60% de la población carece de los servicios esenciales de agua corriente, red de gas y cloacas. Los trabajadores municipales y de la recolección de residuos (en este caso dependen del municipio) son en gran medida contratados y precarizados. Con la llegada del macrismo se profundizó la pobreza y la situación del distrito se agravó. La educación pública se cae literalmente a pedazos, el año pasado tuvo más de 100 escuelas suspendidas por la crisis edilicia. Tampoco hay respuesta a los acuciantes problemas de mujer trabajadora y a la violencia de género.

Ishii y La Cámpora no son una salida frente al ajuste del macrismo. Hay que luchar por una alternativa propia para que la crisis la paguen los capitalistas.