Después de los repudios generalizados a Cristina, Scioli y Alicia Kirchner en La Plata, La Cámpora recibió la orden de desembarcar en diferentes barrios para bloquear en algunos casos (y romper en otros) los diferentes procesos de organización que se están desarrollando. Las denuncias realizadas por los vecinos son diversas: desde saqueos a camiones del municipio y reparto discrecional de donaciones, hasta provocaciones sistemáticas a vecinos que participaban de asambleas populares.

La asamblea de vecinos de Villa Argüello denunció en dos oportunidades, que militantes de La Cámpora intentaron romper el espacio. En una de ellas se montó una provocación con agresiones verbales e intimidaciones, en la otra se quiso disolver la asamblea con entregas de donaciones.

Para La Cámpora, “no era momento de movilizarse” sino de realizar tareas de limpieza. Es decir, la tarea concreta es desmovilizar a los vecinos y ocultar las responsabilidades de los tres gobiernos. En todos los casos, las asambleas repudiaron este accionar, echando a los provocadores y reforzando la discusión y las acciones planteadas para que los responsables políticos de esta catástrofe social se hagan cargo.

En una de las jornadas de limpieza de zanjas que intentó La Cámpora en Villa Argüello, con una máquina excavadora rompieron dos caños maestros y dejaron por más de tres días a dos barrios de Berisso sin agua potable. Para que les solucionen el problema, los vecinos realizaron dos cortes durante horas. De esta forma, además de intentar sofocar por todos los medios las asambleas populares, les crearon nuevos problemas a los vecinos.