Políticas

18/4/2020

La ´cárcel domiciliaria´ para los adultos mayores dispuesta por Larreta es un ataque a todos los trabajadores

Las medidas de restricción a la circulación de los mayores de 70 años, dispuestas por Horacio Rodríguez Larreta con el aval del gobierno nacional, generaron un repudio que alcanzó hasta sectores que se referencian habitualmente en el macrismo.


Varios intelectuales señalaron que se trataba de una discriminación estigmatizante, otros destacaron que la norma vulnera derechos constitucionales como la libertad de movimiento y la igualdad de derechos de los ciudadanos. En ambos casos no hay una pizca de exageración. Obligar a solicitar permisos especiales, de duración de 24 horas, que se lograrían solo luego de una charla con un tele operador que buscaría disuadirlo ofreciendo servicios de “voluntarios” para que realicen compras o trámites. Es el colmo de la humillación para cualquier persona, con independencia de su edad. Esto es peor aun cuando se amenaza con multas y sanciones a quien salga de su casa sin solicitar ese permiso.


Como fue repetido una y otra vez por las redes sociales, si la idea es cuidar a los adultos mayores entonces no deberían haberles quitado la movilidad jubilatoria, ni desfinanciar el PAMI o, para citar un hecho reciente, mandarlos a realizar colas eternas en los bancos.


Pero, ¿a qué apunta esta medida claramente reaccionaria? Simple: el reforzamiento del aislamiento de los mayores de 70 años es parte de un plan para levantar rápidamente la cuarentena, como exige sin más la clase capitalista en Argentina y en todo el mundo. Como se considera una certeza que la vuelta al trabajo conllevará un aumento muy significativo del número de contagios, la contraparte para los gobiernos pasa por reforzar el aislamiento de los adultos mayores que tienen un índice de mortalidad mayor. Pero con esta política el aislamiento de los adultos mayores será mayor al previsto, en tanto se habilita el crecimiento de la circulación comunitaria del virus para poder continuar con la explotación de la fuerza de trabajo.


Ahora bien, tampoco está dicho que las personas menores de 70 años sean inmunes al virus ni que en ellas esté excluida la posibilidad de una evolución fatal. De hecho, existen muchos casos de fallecimiento de personas menores de esa edad y más aún con complicaciones serias en su salud. El levantamiento prematuro de la cuarentena no está dictado por criterios sanitarios sino exclusivamente por intereses capitalistas, que presionan por volver a la ´normalidad´ sin importar las consecuencias que tengan sobre la vida de los trabajadores y sus familias.


La medida dictada por Larreta y apoyada rápidamente por Alberto Fernández fue copiada de la que dispuso el gobierno de Emmanuel Macron en Francia, también bajo la presión de la gran patronal. El mandatario francés ahora acaba de anunciar el regreso de los estudiantes a los colegios, generando un gran rechazo de los epidemiólogos que alertan sobre la irresponsabilidad que implica esa decisión. La vuelta a clases no tiene que ver con una cuestión pedagógica sino “productiva”: si los chicos siguen en sus casas al menos una parte de los trabajadores debe quedarse en ellas para su cuidado. Los docentes franceses están denunciando a Macron señalando que no “quieren ser convertidos en una guardería”.


De lo expuesto surge que la medida de Larreta con aval del gobierno nacional es un ataque conjunto a los adultos mayores y a todos los trabajadores. Los primeros deben recluirse por un tiempo prolongado para que los segundos vayan a trabajar a riesgo de contagio, solo para que no se detenga el mecanismo de la acumulación capitalista. Desde este punto de vista nos sumamos al rechazo a este anuncio humillante de Larreta.