Políticas

29/9/2016

La CGT se fue con las manos vacías

Sin paro y sin reclamos.


A pesar de que la reunión con los funcionarios del gobierno no arrojó novedades favorables para los trabajadores, la CGT ha decidido postergar de manera indefinida el paro votado por su Confederal hace días atrás. La cúpula de la CGT se sentó a negociar avisando que el cuchillo que tenía en la cintura estaba desafilado. Sucede que el paro había sido boicoteado por ellos mismos en la previa a la reunión. Desde Barrionuevo a Moyano padre, pasando por Massa y el resto de la oposición pejotista, todos habían señalado que el paro era `prematuro`. Así, la CGT cayó en el pre-vandorismo: ni paro ni negociación.


El acta que firmaron con los funcionarios vale menos que nada. Primero porque fue omitida deliberadamente el reclamo central del momento, que es la reapertura de las paritarias. En su lugar solicitaron un bono de fin de año, sin precisar siquiera el monto del mismo. ¿Cerrarán por $ 500? Más allá del monto, sin embargo, es claro que el bono consagra la reducción de 10 o más puntos que produjo una paritaria firmada entre el 30 y el 35% contra una inflación que se aproxima al 45%.


En relación a Ganancias, el reclamo de exceptuar el aguinaldo de fin de año quedó condicionado al “cumplimiento de las metas fiscales de año”, condicionamiento que no se le pone, por ejemplo, al pago de la deuda pública.


Pero lo más grave es que la CGT tuvo un silencio cómplice con el proyecto de presupuesto presentado por el gobierno en el Congreso que llevará a que el año que viene paguen la misma cantidad de trabajadores que en la actualidad o incluso más. Así la CGT no sólo cede ante Macri, sino también a los gobernadores del FPV-PJ que quieren que los trabajadores sigan pagando Ganancias para que no sea vea afectada la coparticipación federal, sin considerar que el gran golpe a ésta viene del pago de la deuda externa y los subsidios millonarios a los capitalistas. Estos gobernadores aplaudieron la reducción de las retenciones, que afectó al fondo sojero que se distribuía a sus provincias.


Sin dar nada, sin embargo, el gobierno se llevó el acuerdo de la CGT para realizar una reunión con los empresarios. Allí el tema no serán los despidos y las suspensiones, o el salario, sino la mentada “productividad”. Es sabido que con este eufemismo se esconde la pretensión de avanzar en un planteo de flexibilidad laboral, e incluso de reforma del régimen de las ART.


La reunión de la CGT y el gobierno concluyó en una nueva traición a los trabajadores. La lucha contra el ajuste requiere, a la vez, enfrentar a la burocracia sindical entregada al ajuste macrista.