Políticas

26/9/2013|1287

La colectora K del Partido Comunista

No hace falta remontarse al pasado para comprobar el papel jugado por el Partido Comunista Argentino a lo largo de la historia (la adhesión al estalinismo, el rol represivo durante la guerra civil española, la incorporación activa a la Unión Democrática del embajador estadounidense contra Perón, el apoyo a la dictadura de Jorge Videla en 1976, entre muchos otros hechos de esta naturaleza política).


En la actualidad, el PCA apoya al gobierno kirchnerista abiertamente y forma parte de sus filas sin que el pago de la deuda externa, las represiones oficiales, la ley antiterrorista, el acuerdo con Chevron, Milani, Granados, la baja de la edad de imputabilidad y un largo etcétera le hagan mella.


Beder Herrera


Por ejemplo, basta mirar a la provincia de La Rioja. Allí gobierna el kirchnerista Luis Beder Herrera, quien obtuvo el cargo luego de un golpe palaciego contra su antecesor Ángel Maza, y que obtuvo el favor de los ambientalistas luego de anunciar su postura contra la megaminería a cielo abierto -para dar cuenta de esta postura impulsó una ley que prohibía tal actividad en la provincia. Una vez en el poder, Beder Herrera derogó tal ley y comenzó a buscar desesperadamente a alguna corporación a la cual entregar las riquezas de la cordillera, en concordancia con la postura del gobierno de la presidenta Cristina Fernández, tenaz promotora de la megaminería a cielo abierto. Beder Herrera -quien en las elecciones de 2011 no sólo llamó a votar a CFK sino que logró aliarse con el expresidente Carlos Menem, que fue elegido senador por listas kirchneristas- intentó entregar el oro del Famatina a la Barrick Gold. La oposición del grupo ambientalista de esa ciudad al pie de la montaña determinó que la Barrick -cuyo dueño Peter Munk fue agasajado en varias oportunidades por CFK- decidiera abandonar el proyecto en 2007. Pero Beder Herrera insistió. A fines de 2011 anunció la entrega del Famatina a la canadiense Osisko Mining Corporation. Otra vez, el pueblo se opuso y produjo el Famatinazo. Un pueblito de 7.000 habitantes cortó el acceso al cordón montañoso y se enfrentó a represiones sistemáticas del gobierno para imponer sus planes. El gobierno de Beder Herrera promovió causas judiciales contra los pobladores de Famatina, a tal punto que hoy se encuentran encausadas 35 personas, incluso por "asociación ilícita". La última represión se realizó el 11 de mayo, ordenada por el ministro de gobierno Felipe Alvarez. Ninguna de estas acciones estatales logró torcer la voluntad popular y finalmente la Osisko abandonó el proyecto. Alvarez fue premiado por Beder Herrera con la postulación a diputado nacional para estas elecciones.


El PCA riojano, que apoyaba silenciosamente al oficialismo, decidió hacerlo abiertamente y hoy llama a votar a los diputados de Beder Herrera. Los "comunistas" de Beder justifican así su decisión: "desde la autonomía que se tiene como partido político se ha orientado en las elecciones primarias el voto hacia los candidatos del Frente para la Victoria. Esto significa un apoyo a los candidatos con mayores posibilidades que tiene la Presidenta en La Rioja". Así se expresó Rogelio De Leonardi, presidente del PCA riojano, en declaraciones al portal NOA Noticias. La decisión provocó desafiliaciones al sindicato docente, que De Leonardi dirige, y hasta manifestaciones de militantes del PCA que señalaron que no votarían a los represores. Sin embargo, en octubre, el PCA votará mansamente a los diputados del represor y entreguista Beder Herrera.


Mariano Ferreyra


No debería sorprender. En febrero de este año una campaña difamatoria de la figura de Mariano Ferreyra se desató, organizadamente, en las redes sociales. Cuentas de twitter apócrifas y páginas de Facebook publicaban fotos del cuerpo caído de Ferreyra con epígrafes infamantes y cuentas de twitter hostigaban a Lucía Romano, militante del PO y protagonista del film “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”, y a Pablo Ferreyra, hermano del militante asesinado por la patota del kirchnerista José Pedraza.


Una investigación de plazademayo.com reveló que uno de los impulsores de la campaña era Rodrigo R., un afiliado cordobés del PCA. También mostró cómo en el campamento de la Federación Juvenil Comunista se exhibían banderas con la figura de José Stalin, que además formaban parte del merchandising oficial de la FJC. Fotos extraídas de la página oficial de Facebook de dicha organización lo demostraba. La línea de hostigamiento iniciada por Stalin contra el trotskismo -que costó la vida de miles de miembros de la Oposición de Izquierda en la URSS y el asesinato mismo de León Trotsky- perdura en el espíritu del PCA.


El PCA forma parte de Alternativa Popular, que postula a Pablo Ferreyra y María Elena Naddeo (ex miembro del PCA e ibarrista) como legisladores porteños. Los estalinistas locales integran una colectora que levanta a los diputados nacionales del kirchnerismo. Se trata de un peldaño más en su infinita carrera de oprobio.