Políticas

30/3/2017|1452

La conferencia del PO de la Ciudad de Buenos Aires


Como parte del proceso congresal del PO, el sábado 25 de marzo se realizó la Conferencia Político-Electoral de la Ciudad de Buenos Aires con la presencia de 200 delegados. Su preparación incluyó la realización de plenarios zonales que envolvió al conjunto de una militancia que es protagonista de las crecientes luchas que recorren al país y a la Ciudad. El día previo a la conferencia, el PO de la Ciudad movilizó unos 3.000 compañeros a Plaza de Mayo en la jornada del 24 de marzo e impulsó masivas columnas sindicales y estudiantiles. La Conferencia precisó la caracterización política del distrito, votó un plan de acción y a los voceros principales de cara a la campaña que se viene. En ese sentido se nominó a los compañeros Marcelo Ramal, Gabriel Solano, Vanina Biasi y Amanda Martín.


 


 


Caracterización


 


La Ciudad de Buenos Aires está siendo sacudida por luchas muy importantes de los trabajadores como reacción a la ofensiva antiobrera de Macri y Larreta. En pleno verano la ocupación de AGR-Clarín impactó fuertemente en los trabajadores, como se demostró en la amplia solidaridad recogida. Ahora, con la huelga docente, se rompieron los ocho años de 'paz social' que la burocracia kirchnerista de UTE le había otorgado al gobierno de Macri. La lucha a 'reglamento' de esta directiva burocrática ha llevado a un gran protagonismo de Ademys, que ha impulsado movilizaciones y asambleas de distrito masivas. 


 


En otro colectivo obrero clave, el del subte, los accidentes de trabajo recurrentes y la reciente quita de la personería gremial por la Justicia, actúan como un revulsivo. Una manifestación de ello ha sido la elección como paritario de nuestro compañero Christian Paletti, en oposición a la directiva kirchnerista de Pianelli. Como parte del creciente movimiento de lucha deben anotarse las marchas masivas de la mujer trabajadora y el desarrollo vertiginoso del Polo Obrero, como expresión de los trabajadores más explotados y precarizados que viven en las villas de la Ciudad.


 


Estas luchas han puesto al rojo vivo el papel de las direcciones de los sindicatos y su relación con los bloques políticos. Aquí el kirchnerismo juega un papel central, al detentar la dirección de sindicatos claves, como los docentes o el subte, pero también ATE-Capital, Bancarios y otros. A pesar de su demagogia opositora su política ha sido dejar pasar el ajuste de Macri y Larreta. A lo ya señalado de docentes debe agregarse la política de ATE-Capital, cuya dirección bajó como línea en los plenarios que no había que ocupar fábricas ni organizar un proceso huelguístico sino prepararse para las elecciones de… 2019.


 


Esta política de las direcciones sindicales kirchneristas replica la que ha seguido en la Legislatura porteña, donde votó las leyes fundamentales del PRO durante años. La reciente ruptura del bloque no ha servido siquiera para 'radicalizar' al sector camporista. En una reunión armada en Río Gallegos por Cristina Kirchner con el FpV porteño, se acordó impulsar un frente con todo el pejotismo y sectores afines. Entre éstos se destaca la presencia del agente del Papa, Gustavo Vera, Alberto Fernández y hasta Claudio Lozano. De darse esta unificación del pejotismo tendríamos en territorio porteño la unidad de kirchneristas con massistas y centroizquierdistas.


 


La conferencia resolvió un plan de acción en apoyo a la huelga docente, iniciativas para darle un carácter activo al paro del 6 de abril, lo que debe llevarse a cabo mediante una fuerte delimitación con todos los partidos sostenedores del ajuste.


 


 


La interna de Cambiemos


 


La tendencia a la lucha de los trabajadores y el rechazo al gobierno del PRO como resultado del deterioro de la situación social, tuvieron su expresión en el ballotage de 2015, donde Larreta estuvo a punto de perder las elecciones con Lousteau. La integración de éste al gobierno, al ser nominado como embajador en Estados Unidos,  no ha cerrado la crisis de Cambiemos. Por el contrario, existe una fuerte disputa con el propio Lousteau y la UCR, que podría derivar en una lista electoral separada. Si esto finalmente ocurre sería la expresión de una crisis cuyo alcance superaría el marco local. 


 


Lousteau está preparando su candidatura llevando adelante un proceso de diferenciación política con el gobierno nacional y local. Se valió de la huelga docente para insinuar una crítica al macrismo, pero se cuidó muy bien de apoyar el reclamo de los trabajadores. El PRO ya anticipó que buscará salir al cruce a Lousteau con una candidatura de Carrió. Así deja traslucir una situación de debilidad, porque en su distrito histórico debe apelar a una oficialista-opositora para enfrentar a un opositor-oficialista. La conferencia llamó la atención sobre el factor confusionista que podría jugar una candidatura como la de Lousteau, que deberá ser combatida con una lucha política abierta, que muestre la identidad de intereses sociales que defiende, como se prueba por las votaciones de su bloque en la Legislatura y en el Congreso.


 


 


Por un congreso del movimiento obrero y la izquierda


 


El cuadro de luchas que sacude a la Ciudad, el papel protagónico que asume un amplio activismo que se referencia en la izquierda y los choques con las direcciones kirchneristas plantean un desafío para la izquierda que se reclama revolucionaria. Salta a la vista la necesidad de reforzar un planteo de independencia de clase, mostrando la unidad indivisible que existe entre la acción de los partidos patronales y las burocracias sindicales que les responden. Este planteo debe permitir interesar a los activistas en la acción política, y colocar a ésta como un punto de apoyo para el impulso de las luchas. La propuesta realizada por el PO a los partidos del FIT para convocar un congreso del movimiento obrero y la izquierda, que impulse las luchas en curso y la acción política, incluida la cuestión electoral, responde a esta necesidad. Por estas mismas razones, se caracterizó el lanzamiento unilateral de los candidatos del PTS en vistas a unas Paso del FIT como una política divisionista y faccional, que establece como prioridad la disputa interna y no el frente único contra la “coalición del ajuste”. En particular, se precisó que el planteo desarrollado en el lanzamiento de Myriam Bregman, de que “la Capital vuelva a tener un diputado de izquierda”, alude a la izquierda democratizando de los '90. Un planteo de este tipo representa una regresión profunda, si se tiene en cuenta que el Frente de Izquierda emergió como la superación política de esa izquierda democratizante.


 


La conferencia aprobó una campaña especial para impulsar la campaña por un congreso del movimiento obrero y la izquierda, mediante charlas, debates y pronunciamientos, que será encabezadas por los voceros principales nominados por los 200 delegados presentes.


 


 


 


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