Políticas

12/9/1996|510

La Coordinadora de Desempleados de Córdoba pasó una importante prueba

El miércoles 4, una movilización de 600 desempleados de distintos barrios de la Capital y de Alta Gracia se concentraron frente a la intendencia para exigir una respuesta al petitorio presentado el pasado 28 de junio, que exigía el empadronamiento de los desocupados, un subsidio mensual de 500 pesos, la cobertura integral de la salud, la eximición del pago de impuestos, tasas y servicios y el cese de los juicios de desalojo y la cobertura de los alquileres. Esta movilización fue resuelta en la asamblea extraordinaria realizada el 19/8 en Luz y Fuerza; de la cual participaron 800 desempleados.


Maniobra para quebrar


El gobierno municipal  recorrió ese día, a partir de las 8 de la mañana, los barrios, avisando que a las 10 horas (el momento para el que estaba llamada la concentración) se repartirían bolsones que, por primera vez, incluían 2 pollos. Junto con esto, el secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad acordó, con 5 integrantes de la Coordinadora, una política para dividir al movimiento. En principio desconoció a la delegación votada en la asamblea y recibió a estos elementos con los cuales había acordado precisamente una ‘ayuda oficial’ para microemprendimientos, los cuales estaban fuera de los reclamos de la Coordinadora.


Estas maniobras revelaron la preocupación de la burguesía frente a un movimiento que en poco tiempo (2 meses) adquirió una gran pujanza (más de 10.000 empadronados, 11 barrios organizados, una asamblea con 800 participantes) y una gran solidez programática.


Los microemprendimientos no son una salida al desempleo; son proyectos ‘independientes’, inciertos, montados sobre el esfuerzo laboral de los participantes, sin un salario asegurado, para trabajar como proveedores semigratuitos de las grandes empresas. Contemplan a una infinetésima parte (100-200) de los desocupados que en Córdoba llegan a 500.000. Muchos compañeros resaltaron que estaban en la Coordinadora, previamente, como resultado del fracaso de emprendimientos individuales realizados con las indemnizaciones o los retiros voluntarios, que perdieron tras una ilusión.


La ‘política’ de microemprendimientos fue analizada desde el inicio de la Coordinadora; por eso, la declaración de principios plantea la organización de los desocupados y la responsabilidad del Estado capitalista, y denuncia los “programas gubernamentales de empleo”, que se montan justamente sobre el ‘esfuerzo personal’, y que pretenden introducir una cuña en la unidad de los desocupados.


La asamblea extraordinaria de Luz y Fuerza fortaleció aún más esta perspectiva. El sector de la Coordinadora de los microemprendimientos (en realidad, con un afán de lucro personal) comenzó entonces a trabajar en forma agazapada. Participaron de la movilización levantando como bandera los cinco puntos cuando ya habían hecho el trabajo ‘sucio’ de entrar en la maniobra del gobierno para dividir al movimiento. Al salir a explicar a ‘su base’ el apoyo municipal a los microemprendimientos, debieron aclarar que seguían luchando por los cinco puntos. La claridad de que se trataba de una maniobra para reventar un movimiento genuino, llevó a un periodista (no caracterizado por apoyar los reclamos populares organizados) a calificar a este grupo como ‘Desocupados S.A.’.


Defensa incondicional de los cinco puntos y el programa de la Coordinadora


La maniobra gubernamental permitió que la movilización se dividiera en dos. Trescientos compañeros se mantuvieron firmes en las puertas de la municipalidad e hicieron una sentada en la calle para que se recibiera a la delegación. La asamblea votó la expulsión de estos cinco elementos y una delegación que fuera a la Legislatura, que fue recibida por los bloques opositores, mientras ‘Desocupados S.A.’  era recibido por el radicalismo. Finalmente, se decidió marchar a la Casa de Gobierno, para dejar un pedido de audiencia con el gobernador, sacar un comunicado de prensa, convocar a la asamblea del lunes 9 en el local de la Coordinadora, para continuar con la organización en los barrios, y la convocatoria a una nueva movilización.


La firmeza del núcleo dirigente de la Coordinadora y el proceso de organización y debate desarrollado con las asambleas de los lunes y la asamblea de Luz y Fuerza, han permitido dejar intacta la organización de los desocupados tras los objetivos establecidos en la Declaración de Principios, y continuar la lucha por los reclamos.