En la tierra del gas y el petróleo, las poblaciones cordilleranas se están muriendo -literalmente- de frío. Las grandes nevadas encuentran a toda esta zona -Bariloche, Los Menucos, El Bolsón, etc – desabastecida de gas. Esto se debe a que Repsol “no está entregando el combustible a las distribuidoras” (Río Negro, 28/6). Y no lo hace porque quiere que aumenten los precios. El dueño de una distribuidora declaró que esta restricción llevó a un “aumento del 7% en los últimos 15 días” (ídem). A Repsol le conviene exportar el gas porque paga menos impuestos “y entonces reduce los envíos al mercado interno”.

Movilicémonos para garantizar el inmediato abastecimiento gratuito de todas las poblaciones cordilleranas y patagónicas. Plan de obras públicas para hacer llegar las redes de gas natural a todos los pueblos. Reestatización sin pago de los monopolios petroleros, bajo control de sus trabajadores.