Julio Cari, militante del Polo Obrero de Soldati, es vicepresidente de la Junta Vecinal del barrio Los Piletones. Desde allí, muchas familias participaron de la toma del parque para poner fin al hacinamiento y los alquileres extorsivos. Mientras los punteros de Macri y Kirchner conspiraron contra ellos, Julio Cari -junto al PO de la zona- se abocó decididamente a la defensa de los ocupantes contra la represión, las patotas y en defensa de sus reclamos por vivienda. Horas antes de que se levantara la toma, respondió de este modo a “Prensa Obrera”.

-¿Cuáles son los problemas de los vecinos del barrio?

-El tema de la vivienda es crucial. Sabemos que en estas villas, la gente vive hacinada. La situación no se aguanta más. Las familias crecen y no pueden mantenerse asfixiadas en una habitación de dos por dos. Los alquileres tienen precios que no están al alcance de la mayoría.

Los reclamos ante los organismos que tendrían que resolver el problema, como el IVC y la Corporación del Sur, nunca fueron respondidos con medidas concretas. En cambio, en Piletones se gastaron en los últimos años más de diez millones de pesos en maquillar la villa y en obras que no benefician al conjunto de los vecinos. Nuestro reclamo ha sido la pronta urbanización de las villas para así insertarnos al tejido urbano y estar en las mismas condiciones que cualquier otro barrio de la ciudad.

A esta situación desastrosa se suma la falta de servicios básicos como el agua, la luz, cloacas, gas y calles asfaltadas. Actualmente en Piletones, los vecinos vivimos en peores condiciones que hace tres años porque la población se acrecienta día a día. Como si esto fuera poco, en el barrio se sufre más que en toda la ciudad el problema de la inseguridad y el gatillo fácil. Todas las villas cercanas al Parque Indoamericano (Piletones, Villa 20, Fátima, Carrillo, 1-11-14, Villa 3, Cildáñez) son grandes zonas liberadas.

-¿Qué situación se vive actualmente en la toma del parque Indoamericano?

-En el parque hay alrededor de 13 mil personas que viven en condiciones inhumanas. Actualmente, el parque está sitiado: no parece una toma sino un campo de concentración. La Gendarmería no permite el ingreso de agua, comida ni elementos para cubrirse del viento y el sol. La situación es una bomba de tiempo. Los servicios sanitarios no son suficientes y sin agua es imposible garantizar la salud de los niños y adultos. En cualquier momento puede desatarse una epidemia que llevaría a más muertes.

-¿Cuál fue el accionar del gobierno nacional y del de la Ciudad?

-El gobierno nacional se llena la boca diciendo que la crisis habitacional no se soluciona con represión, pero la Federal reprimió junto a la metropolitana asesinando a dos vecinos. Macri organizó a las patotas de barras bravas que entraron a golpear y matar. Para ello previamente liberaron la zona. Ya son cuatro los muertos, ambos gobierno son responsables.

En la última semana hemos participado de diversas reuniones. El denominador común es que no existe una voluntad política por resolver el conflicto. De urbanización ni se habló. Las promesas de enviar agua, alimentos y elementos para mantener la higiene no se cumplieron. Como contrapartida a esto, enviaron a la Gendarmería.

El anunció último que realizaron no soluciona nada. Pretenden que los vecinos abandonen el parque sin otorgarles garantía alguna de que puedan acceder a una vivienda digna en otro lado.

-¿Cómo sigue la lucha?

-No vamos a dar el brazo a torcer. La sangre derramada no va a ser en vano. Los vecinos no vamos a parar hasta conseguir la urbanización de las villas y viviendas, y trabajo digno para todos.