La Corte, punta de lanza contra el movimiento obrero

La Corte Suprema sentenció, con el voto favorable de sus tres miembros, que “sólo los sindicatos están autorizados para convocar a la realización de huelgas y medidas de fuerza”. Esto significa que todo grupo de trabajadores que inicie una huelga u otra acción de lucha sin el aval de la conducción, quedará fuera de la ley y será pasible de represalias


La Corte Suprema sentenció, con el voto favorable de sus tres miembros, que “sólo los sindicatos están autorizados para convocar a la realización de huelgas y medidas de fuerza”. Esto significa que todo grupo de trabajadores que inicie una huelga u otra acción de lucha sin el aval de la conducción, quedará fuera de la ley y será pasible de represalias.


 


Justamente, el caso por el cual la Corte emite este fallo remite al despido de un trabajador por haber participado de una serie de protestas resueltas sin la intervención del sindicato del correo. Las dos instancias judiciales previas habían dado la razón al trabajador.


 


El fallo llega luego del veto a la llamada ley anti-despidos, justificado por la cúpula cegetista como “un derecho del presidente”. Después de dos meses de debates estériles -durante los cuales continuó la masacre contra los puestos de trabajo- la burocracia sindical reafirmó su complicidad con el ajuste descartando cualquier medida siquiera de protesta.


 


Se trata de una devolución de favores a los Moyano, Caló y Barrionuevo; que se inscribe en una avanzada para limitar el derecho de huelga que tiene varias aristas. El gobierno ya había mostrado otra de sus cartas cuando instaló en el temario del Consejo del Salario su intención de institucionalizar el no pago de los días de huelga. Algo que la gobernadora Vidal quiere aplicar a los docentes del Suteba por parar junto a los estatales.


 


La unificación de la CGT y el fallo


 


Luego del Confederal de la CGT, que ratificó el congreso de reunificación para el 22 de agosto, Caló hizo una declaración que fue toda una confesión: “los secretarios generales entendieron hace mucho tiempo que debe haber una sola CGT, lo que era imposible de lograr hasta ahora porque cada uno tenía o respaldaba a un candidato político distinto, pero eso ya terminó”.


 


Además de clarificar qué intereses son los que tallan entre los jefes sindicales, Caló reconoce que la base de la reunificación es el apoyo al gobierno de Macri. Más allá de alguna crítica aislada, la burocracia y Macri cerraron filas en torno al ajuste; esta integración “por arriba” requiere reforzar todos los instrumentos de sujeción de los trabajadores para prevenir un desborde.


 


El alcance del fallo


 


Con sutil perfidia, en los fundamentos de su fallo reaccionario la Corte invoca el artículo 14 bis de la Constitución y reconoce que el derecho de huelga “concedido” alcanzaría también a los sindicatos con simple inscripción.


 


De conjunto, la Corte habilita el derecho de huelga sólo para organizaciones tuteladas por la burocracia, y que ya cuenten con reconocimiento previo estatal.


 


El propósito de fondo es el de coartar la capacidad de lucha de los delegados y comisiones internas de base, y regimentar la acción independiente de los trabajadores, que en algunas oportunidades condujeron, precisamente, a la creación de esos nuevos sindicatos.


 


Así las cosas, el objetivo es reforzar el dominio de la burocracia sindical, regimentar las construcciones opositoras de base y, en última instancia, defender el actual estado de cosas y el “unicato sindical”, justamente cuando en forma cada vez más amplia los trabajadores salen a luchar pasando por encima de las conducciones de los sindicatos, como lo testimonian los trabajadores de Cresta Roja, otra vez en la calle, o los plásticos de la fábrica Mascardi o los choferes de Ecotrans, por dar ejemplos de los últimos días.


 


“El desarrollo de la huelga -agrega el tribunal- provoca una evidente tensión tanto con los derechos del empleador como con derechos de terceros o de la sociedad que también están amparados por la Constitución. Esa tensión entre derechos de difícil armonización ha sido resuelta subordinando el ejercicio del derecho de huelga al cumplimiento de determinadas condiciones o recaudos”.


 


O sea que, sin mucho ruido, introduce el concepto de “esencialidad”, hasta ahora invocado como traba para cualquier declaración de paro en el ámbito de la educación, la salud o el transporte.


 


Se trata, por lo tanto, de establecer un control tanto sobre la acción de “un grupo informal de obreros” como sobre los sindicatos, seccionales y comisiones internas antiburocráticas y combativas, que están tomando en sus manos la lucha contra el ajustazo capitalista del gobierno nacional y de todos los gobernadores de todo signo, como la kirchnerista Rosana Bertone en Tierra del Fuego. 


 


La historia dirá


 


El 17 de octubre de 1945, la primera gran huelga política de masas que liberó a Perón, fue convocada en contra de la burocracia de la CGT de la época; algo similar ocurrió con el Cordobazo de 1969 y con las huelgas contra el Rodrigazo de 1975. La reacción obrera que está madurando frente al brutal ajuste, los miles de despidos, tarifazos, paritarias a la baja y avasallamiento de derechos,se encargará de mandar el fallo de la Corte Suprema al sumidero de la historia.


 


Convocamos al conjunto de los sindicatos, seccionales, comisiones internas combativas y al conjunto del activismo de la izquierda y del clasismo a una gran campaña en defensa del derecho de huelga hasta quebrar esta avanzada antiobrera.