Políticas

18/3/2015|1355

La crisis de la Federación Agraria


A  la hora de la protesta rural, la Federación Agraria (FAA) se partió en tres.


 


Un sector acompañó a la dirección, que no se sumó al cese de comercialización. Otro llamó a cumplirlo acompañando a la Mesa de Enlace en distintas localidades o las filiales alineadas con el PRO o el Frente Renovador. Un tercero dio libertad de acción (Córdoba).


 


De este modo, lo que el gobierno presentó como una victoria de su política hacia los “pequeños productores” duró lo que dura un lirio y ha dado paso a una nueva crisis en la FAA.


 


Aunque el gobierno esgrimió el argumento de la cooptación de la FAA, el subsidio de 30 centavos por litro de leche para los tambos que producen hasta 2.900 litros por día o la apertura de créditos del Banco Nación, lo determinante estuvo en la caída del precio de la soja y en la feroz cooptación de la FAA en base a negocios.


 


La FAA tiene como principal cooperativa asociada a Agricultores Federados Argentinos (AFA) y, especializada en agroindustria, a la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe). Como gran vehículo de negocios, el gobierno colonizó estas organizaciones. En 2011, Fecofe desplazó a Buzzi de su conducción porque su presencia bloqueaba un conjunto de proyectos con financiamiento estatal y el mismo año la AFA se unió a la CGE, la rama empresarial K. Buzzi fue finalmente desplazado de la propia FAA en 2014.


 


El laborioso trabajo del gobierno logró que en el ranking de las 17 empresas que se hacen cargo del 80% de las exportaciones de granos en 2014 AFA apareciera con un 3%, además de haberse constituido en la mayor acopiadora del país. AFA y ACA -también en la CGE, pasaron de exportar 2,9 Mt en 2005 a 4,3 en 2014, un crecimiento de más del 50%.


No fue suficiente.


 


La quiebra de la FAA reveló que, a pesar de los negocios que le facilitó el gobierno a sus cooperativas, la mayor parte de los chacareros que la integran comparte el programa “del campo”. Es decir los puntos por los que llamó al cese la Mesa de Enlace: la eliminación o disminución de las retenciones, la derogación de los ROE -autorizaciones de exportación que hoy controla el gobierno, y la devaluación- de la que no se habla en público, pero está al tope de los reclamos.


 


 


Las retenciones segmentadas


 


Apresurado por esta crisis, el gobierno anunció el otorgamiento de retenciones segmentadas para los “pequeños y medianos productores”, presentándose como el ejecutor de una tarea pendiente de la crisis con el campo (2008) y de una reivindicación central del programa “histórico” de la FAA.


 


Ni lo uno ni lo otro. Es un rescate homeopático y no hay eliminación de retenciones a partir de cierto mínimo, que era el reclamo original. Las retenciones siguen en pie cualquiera sea el tamaño de la propiedad. Se constituye un fondo de 2.500 millones de pesos extraído de las retenciones para subsidiar a los productores de hasta 700 toneladas de producción -de 100 a 200 hectáreas, con montos decrecientes de mayor a menor. Para un productor de 200 hectáreas le significa financiar 13. El pago está en manos del gobierno -la devolución de retenciones de trigo pactada hace dos años le llegó a menos de la mitad de los beneficiarios. No está claro qué ocurre si el productor está en deuda con la Afip y, finalmente, dura hasta octubre.


 


En cualquier caso, asumir este programa desnuda los intereses sociales de una dirección. Las retenciones diferenciadas confirman el régimen de propiedad y explotación en el campo, soslayan la expulsión de campesinos por el modelo de la soja y la cuestión histórica de Argentina, que es el latifundio capitalista como columna vertebral del régimen social.