2/12/2004|879

La crisis, pretexto para volver a capitular


Una información señala que hace 12 días, es decir antes de los dos hechos que tiraron abajo todo el escenario previsto por el gobierno como cierre del rescate de la burguesia en default, el FMI había anunciado la 'cama' que los banqueros le tenían preparada al gobierno “nacional y popular". "Si el acuerdo no se alcanza dentro de lo que sugiere un plan sustentable de mediano plazo y Ia posición no parece viable, el Fondo no puede continuar prestando", sostuvo Jack Boorman, asesor especial del director del FMI (Clarín, 30/11).


 


Es la misma línea que expuso, horas después del estallido de la crisis, el Financial Times. "Si el FMI dejara de prestar, la Argentina podría también cesar pagos a sus acreedores internacionales. Que así sea. La credibilidad del Fondo está en juego y esta vez eI Tesoro estadounidense tiene que estar a su lado" (FT, 24/11). Hasta el día de hoy ningún banco ha aceptado relevar al banco responsable del canje de la deuda. La operación de acoso no se ha cerrado.


 


A los usureros internacionales no les alcanza que el gobierno haya armado, junto a Duhalde, una nueva deuda de 35.000 millones de dólares para compensar a los bancos, reconocido el ciento por ciento de la


deuda con el FMI y los organismos internacionales y pagado a éstos 7.000 millones de dólares por capital e intereses. La oferta oficial es pagar la mitad (50%) por la deuda en “defol”. Antes de la bancarrota se cotizaba a 10 centavos de dólar (90% menos)


 


Los escenarios de la crisis


 


El gobierno tiene en estudio seguir pagando los vencimientos de deuda con el FMI, el BID y el Banco Mundial (2.000 millones de dólares con las tres entidades hasta fin de marzo, 5.900 millones durante todo 2005). En función de esta política analiza la posible modificación por ley de la Carta Orgánica del Banco Central -“para que la entidad le preste más al Tesoro y así se le pague al FMI, BID y Banco Mundial hasta abril”- (Ambito Financiero, 29/11), una variante que correría los topes establecidos hasta ahora de uso de reservas para ese fin, al margen de los 1.600 millones de dólares del superávit depositados en el Banco Nación.


 


La variante alternativa es que el gobierno alumbre un nuevo planteo sobre la deuda, un "defol" indefinido no se corresponde con la constelación de intereses económicos que rodean a Kirchner ni con los de la burguesía “nacional”.


 


La crisis, tal como caracterizamos en la Prensa Obrera anterior, podría ser utilizada por Kirchner para desembarazarse de Lavagna y dirimir la crisis abierta en el seno del bloque que conforma el gobierno. Esta quedó expuesta sin sutilezas luego de los acuerdos con China. En una nota titulada “El miedo de los devaluadores”, La Nación apuntó que “la sola idea de que Lavagna pueda ser desplazado de su cargo pone los pelos de punta a los empresarios que abominan de la convertibilidad y del proceso de apertura de los años 90” (16/11).


 


La crisis en el PJ


 


En paralelo al desenvolvimiento de la crisis por el canje de la deuda y al interior del gobierno, se ha producido una “formal y decisiva alianza” entre Kirchner y Reutemann, que se propone “trabajar en forma conjunta para la renovación del Congreso, el año próximo, y establecer una corriente interna para las elecciones presidenciales y de gobernador en 2007”. Mas aún, esta alianza “podría significar el primer paso para una futura estrategia conjunta en las elecciones presidenciales del 2007” (La Nación, 26/11). El santafesino fue, hasta su retiro de la competencia electoral del 2002, el candidato del Departamento de Estado y de la burguesía sojera y aceitera que vivó los acuerdos con China.


 


La crisis del peronismo es un factor esencial en la crisis política. El PJ está hoy más dividido que antes.


 


La crisis política abierta por el tema de la deuda agrava estas tendencias. “En lo real el peronismo duhaldista e independiente demostró y explicó claramente que la era de la obediencia debida al Ejecutivo llega a su fin" (Ambito Financiero, 24/11).


 


La lucha clave por el salario


 


Los docentes de Orán acaban de arrancar un triunfo -100 pesos de aumento, un 20% del salario y la promesa de nuevo aumento a partir del 1° de febrero sujeto a la discusión de la “carrera docente”. Lo lograron a través de la huelga, de la ocupación de la ruta central, del repudio a la burocracia docente, de la convocatoria a una Asamblea Popular. Impusieron que el gobierno trate con los propios representantes del movimiento de lucha y no con la burocracia sindical.


 


Los métodos de Orán son los que llevan las luchas obreras a la victoria. La estabilidad de los contratados, un mínimo de 800 pesos.


 


Por una movilización de masas el 20 de diciembre a Plaza de Mayo.


 


Por una alternativa política obrera y socialista