Políticas

26/7/2007|1002

La crisis sigue abierta

El operativo policial montado contra el asentamiento San Expedito muestra a un gobierno que ha salido a la ofensiva. Quizá se siente envalentonado por el triunfo de Macri en la Capital o por el acuerdo con Kirchner o De la Sota, que lo reconoce como la pata oficial del gobierno nacional, al menos hasta octubre. Avanza con la privatización de la salud, la entrega del petróleo, la especulación inmobiliaria, las privatizaciones de servicios (alumbrado público), imponiéndolas con la represión si es necesario, y con un parlamento y una Justicia alineados con él. El flamante presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Diputados, Pedro Sández, ha reclamado a la Corte de Justicia sanciones para el juez de la causa de San Expedito por no acompañar el operativo policial.


En esta línea, Romero ataca al PO a través de su ministro de Gobierno y el secretario de Seguridad.


Pero…


A partir del desalojo de San Expedito se han producido una serie de asentamientos en el Departamento Orán, como una respuesta popular frente al atropello y al problema habitacional. Hubo marchas muy masivas en Orán por reclamo de terrenos y una reacción inmediata frente a la amenaza de desalojo de los asentamientos.


El faltazo del ministro de Gobierno y el secretario de Seguridad a la Cámara de Diputados el pasado miércoles 4, abrió una nueva crisis política. Los medios de prensa, incluidos algunos del riñón romerista, cuestionaron duramente esta actitud.


La política de viviendas del gobierno hace aguas por todos lados. El argumento del desalojo, la cercanía del asentamiento a los piletones cloacales, ha caído en el ridículo ya que hace decenas de años muchos barrios rodean a estos piletones.


El gobierno echa lastre anunciando la obra de erradicación de los piletones cloacales de la zona norte de Salta, largamente reclamada por los vecinos y por el PO en la Legislatura. Esto es una conquista del asentamiento. En Orán han salido a anunciar 500 viviendas en las tierras compradas al ingenio y ya estarían las máquinas preparando el terreno en el lugar.


La oposición patronal, cómplice


La oposición patronal ha cuestionado el operativo policial del desalojo de San Expedito. Pero el frente del Partido de la Victoria y el PRS no ha sido capaz de defender el pedido de interpelación al secretario de Seguridad. Su sector piquetrucho, Barrios de Pie, hace todo lo posible por dividir al asentamiento buscando un acuerdo en los términos del gobierno: aceptar cualquier terreno baldío sin servicios.


El frente Urtubey-Zottos (PV-PRS) chantajea al electorado con una falsa polarización, pero ya está gobernando junto a Isa y Romero. Sus votos en el Concejo de la capital fueron determinantes para entregar los mejores inmuebles de la ciudad al capital privado. Esto en medio de una brutal crisis habitacional.


Por su parte, el PPS, el sector renovador ortodoxo, ataca a los asentamientos y a los que los defienden, o sea al PO. El PPS es una expresión política del sector de la Iglesia que reniega del kirchnerismo.


La lucha del asentamiento continúa


A pesar del intento de aislar al sector más combativo, la lucha continúa. Los vecinos del asentamiento se movilizaron el martes 3 a la Legislatura para exigir la renuncia del secretario de Seguridad, Ferraris. El PO presentó un proyecto reclamando la renuncia de Ferraris y la del ministro de Gobierno.


El grupo más activo del asentamiento ha acordado realizar un plenario por la tierra y la vivienda junto al PO en la capital. Plenarios similares están ya convocados en Tartagal y Orán.


Vamos por lo nuestro


Las manifestaciones de solidaridad con el asentamiento de San Expedito muestran el fracaso del intento del gobierno de aislar al movimiento.


Las masivas marchas por la tierra en Orán han puesto en jaque de nuevo al intendente Barberá. Los vecinos le han impuesto al gobierno que en las reuniones esté presente Josefa Cardozo, concejal del PO.


Esto refuerza la lucha por la construcción de una alternativa política de los que viven de su trabajo y le da más fuerza a los movimientos de lucha por la tierra.