La cuestión energética, aun más en peligro

La crisis de la Unión Europea y de España arrastra a Argentina

A.N. (Circulo Fabril Neuquén)

Entre 2009 y 2010 se firmaron distintos contratos de construcción de usinas, en varias regiones de la Argentina, con la empresa española Isolux Corsan: Timbúes (Santa Fe), Termoeléctrica de Loma La Lata (Neuquén); en Ensenada, en La Plata y la tan comentada usina de Río Turbio, entre otras.


Este ambicioso proyecto de creación de fuentes de energía, está solventado por Planificación Federal -con excepción de la central de Loma de la Lata, que es privada. Isolux Corsan -una de las consultoras top ten del mundo- fue también parte del salvataje de los bancos españoles, como Repsol, ya que fue girando los dividendos a su país de origen (España). Ahora, resulta curioso que cada una de la obras de esta UTE Isolux Corsan-Tecna e Isolux Corsan-Tecna con Yprt -esta última para el caso de la central de Turbio-, con excepción de la privada, aún hoy se encuentran en ejecución: la de Río Turbio, en un 43,8% (fuente de Isolux) y la de Ensenada, en período de ampliación, habiéndose terminado hace menos de un año.


Sin embargo, lo concreto es que la central de Ensenada está parada; y desde el 1ª de julio se detuvo la de Río Turbio. En todos los casos, debido a la falta de pago a sus subcontratistas.


La central de Ensenada era ejecutada por Isolux, por administración. El principal contratista de Río Turbio es la empresa Infa SA -del grupo Aluar-, que desde hace varios meses viene financiando a Isolux su falta de dinero. Al día de hoy, esa deuda ronda los 60 millones de pesos, a los que se debe sumar la quiebra de la empresa fantasma K -Santa Cruz Industrial-, la deuda con Seintec (Santa Fe) y con otras contratistas menores.


Isolux Corsan no tiene un mango para pagar a nadie. La plata se la llevó a España; y todavía De Vido se sigue reuniendo con ellos para ver cómo los salva, mientras esta crisis la pagan los trabajadores que están parados, suspendidos o con vacaciones adelantadas, lo que les significa una gran baja en sus salarios.


Eso sí: el negocio a futuro resultará para Aluar, ya que tiene efectivo para financiar esta obra y, a cambio de este favor, el gobierno K estudia algún tipo de ayuda legal, para favorecer la construcción de una posible nueva planta en la frontera con Brasil.


Para que el gobierno de Cristina no siga descargando la crisis política y financiera de su gobierno sobre los trabajadores, control obrero de los proyectos energéticos y seguimiento de los contratos.