Mientras los carpetazos de la interna oficial llueven a través de los medios de la corpo de Magnetto y la población se vuelve a enterar de que los funcionarios de gobierno están asociados el crimen organizado; en los medios de la Korpo, se procesa el aggiornamiento del discurso a la ola naranja.

La reciente compra de Cristóbal López de la productora de “6-7-8” y “Duro de Domar” ha servido para acelerar el proceso de mutación de contenidos y tono de los otrora guardianes del relato oficial. La emisión del lunes del programa conducido por Pettinato fue íntegramente dedicado a Karina, la inminente primera dama, dueña de la célebre reformulación del renunciamiento histórico de Eva. La modelo dijo: “renuncio a la lucha, pero no a los honores”.

Por arriba, con la excepción de Horacio González, quien sostiene que votará a Scioli, pero abandonará su cargo de director en la Biblioteca Nacional , el resto del coro oficial se encolumna detrás de la “doctrina Rabollini” y renuncia a dar cualquier lucha con tal de conservar sus honorarios.

Pero por abajo, la descomposición del relato oficial que sostuvo durante años el velo de la “democratización de la palabra” sobre la Ley de Medios es patente y su rechazo ha comenzado a adquirir una mayor expresión en los medios estatales, donde los trabajadores luchando por sus reivindicaciones comienzan a deshacer el relato.

“La patronal K sólo consigue cuatro carneros”, disparó a quemarropa La Naranja de Prensa contra las filosas espadas periodísticas del kirchnerismo Cynthia García, Roberto Caballero, Hernán Brienza y Ari Lijalad, al acusarlos de romper una huelga en Radio Nacional por grabar un ‘falso vivo' -programa hecho con anterioridad que simula una transmisión en directo- que se emitió en pleno paro por reclamos salariales (destacó La Nación, 2/8). Sólo cuatro.

No solamente las luchas salariales han abierto la fisura entre los trabajadores de prensa y los bufones de la corte, también en Canal 7 los trabajadores denunciaron el uso de los medios públicos para beneficio oficial en la campaña electoral, así como para ocultar información pública, sobretodo la que expresa luchas independientes del movimiento obrero.

En un comunicado de su asamblea de trabajadores de prensa sostienen que “durante toda la campaña por las Paso porteñas, el tiempo total de pantalla dedicado al Frente para la Victoria fue nada menos que de 1 hora 9 minutos, en tanto el PRO obtuvo en el mismo período 8 minutos 50 segundos; ECO, 5 minutos y medio; el Frente de Izquierda 4 minutos 45 segundos y el Frente Renovador, 4 minutos 10 segundos”. El criterio de “pluralidad de voces” del relato aplicado.

Este proceso no se produce en un vacío ni político, ni sindical. La reciente creación del nuevo sindicato Sipreba es expresión de un proceso de recomposición de la organización de los trabajadores de prensa y; el ascenso de la izquierda, de una consciente y sistemática delimitación del nacionalismo, que se presentara como democratizador de la palabra. En el Frente de Izquierda se expresa la lucha contra el ajuste, a su vez, que la verdadera lucha por la libertad de expresión.

El único candidato a presidente que ha levantado la voz contra el monopolio capitalista de los medios de comunicación, reclamando la difusión de las huelgas de los trabajadores de prensa y demás medios contra los despidos y los incumplimientos de las paritarias, además de plantear la gestión obrero-cultural de los medios ha sido Jorge Altamira, del Frente de Izquierda (ver “Intratables”, https://www.youtube.com/watch?v=TCRtxlRKrdo).