Políticas

24/2/2020

La epidemia de dengue en Misiones

En los últimos días se dieron a conocer nuevos casos positivos de dengue en Misiones, esto a pesar de que el gobierno del Frente Renovador solo registra 97 casos oficiales. 


Aunque el gobierno de Herrera Ahuad se esfuerce por imponer una imagen de un gobierno presente, lo cierto es que los casos de dengue se multiplican por cientos en las diferentes localidades y los trabajadores de las barriadas son los más afectados por la desidia oficialista.


El dengue se ha instalado hace mucho tiempo como una realidad de la provincia de Misiones y desde el brote de 2009/10 presenta altos índices de infección por año. No obstante, fue recién en 2016, cuando los casos pasaron de los 860 infectados, que se declaró la emergencia sanitaria. 


El Estado provincial sistemáticamente ha deslindado su rol en esta situación sanitaria, apuntando a la epidemia que se instaló en los países limítrofes (Paraguay y Brasil) y/o a las acciones individuales de “la gente” que no cumple con sus tareas de limpieza. Busca de este modo evitar reconocer públicamente las responsabilidades que le competen, llegando al extremo de negar la realidad y decir que solamente había 6 casos de dengue en la provincia. 


Es claro que la Renovación ha sido incapaz de poner en pie un sistema de control provincial, y todas las campañas de concientización rozan la demagogia al contrastarse en el abandono en que se encuentran baldíos, plazas y zonas de arroyos de la mayoría de los municipios de la provincia. Asimismo, ha desmantelado a la salud pública que no puede dar respuesta adecuada ante tamaña situación, por falta de recursos y personal, cediendo terreno a los laboratorios privados que se han ocupado de hacer la mayoría de los exámenes de serología, cobrando por ellos porque ninguna obra social los cubre, ni siquiera el IPS.


La desidia del Estado adquiere un carácter peligroso ya que una parte de la población al ya estar infectada por un virus del dengue aumenta el riesgo de padecer síntomas graves si vuelve a infectarse por serotipos diferentes, llegando incluso a situaciones de muerte. Este año se detectaron el DEN 1 y el DEN 2, y nuevamente hubo muertes por dengue hemorrágico.


La epidemia en curso solo podrá ser frenada por el invierno, y eso si se llegan a temperaturas suficientemente bajas como para frenar la reproducción del vector en forma transitoria.


Es necesaria la distribución gratuita de repelentes para toda la población; entrega de recursos y personal extraordinarios a los hospitales públicos para que el examen de serotipo sea accesible para las personas que no puedan costearlo; reintegro en las obras sociales; un plan de fumigación y de rociamiento bajo control y tareas de los vecinos. Que los gobiernos provinciales y municipales provean de herramientas, insecticidas, capacitación y salarios para las tareas.


Organicemos a los trabajadores en los barrios para exigirle al Estado una política sanitaria que enfrente la epidemia y tenga en cuenta nuestras necesidades.