Las AFJP tienen alrededor del 11-15 por ciento de sus inversiones colocadas en acciones de empresas privadas. En algunos casos esas colocaciones superan el 25% de su capital. Ahora el Estado tendría el derecho, en muchos casos, a integrar sus directorios, incluso en forma mayoritaria.

¿Qué va a hacer el gobierno? En apariencia ya ha prometido que se resignaría a una participación pasiva, o sea a limitarse a cobrar los dividendos. En el marco de la crisis mundial en curso, la estatización de las AFJP termina colocando al Estado argentino, al igual que el norteamericano y los europeos, en una posición de rescatista del capital privado. Esta súbita injerencia estatal en el capital privado explica el derrumbe de la Bolsa del miércoles pasado. Es indudable que se ha abierto una negociación, incluso con las embajadas y cancillerías extranjeras. Ha quedado planteada, en forma objetiva, la tarea de nacionalizar a los principales bancos y monopolios industriales y de servicios, y evitarle al pueblo argentino los aumentos de tarifas.