Políticas

24/7/2008|1047

La extinción del kirchnerismo en Salta

Los tres senadores por Salta han votado con el “campo”, como ya lo habían hecho tres de los diputados nacionales. Romero, en el lugar del gobernador Urtubey, proclamó “el triunfo de la democracia y las instituciones …”, como también lo hizo el vicegobernador Zottos (del PRS).

Cobos no tiene, entonces, el monopolio de la ‘infidelidad’. Se ha formado un nuevo maridaje en la provincia, donde hace ocho meses Cristina había obtenido el 80% de los votos como consecuencia de otro concubinato: el de Urtubey y Zottos.

Prematuramente cornudo, Urtubey ha venido esquivando toda exposición pública junto al gobierno nacional desde el 25 de mayo, cuando pretendió rivalizar con el acto sojero de Rosario. México le sirvió por unos días de refugio y en el regreso decidió poner buena cara al mal tiempo, saludando el ” afianzamiento de las instituciones….”

Romero, desde su banca de senador, hizo defensa de la posición de los sojeros salteños agrupados en Prograno (en todos los casos superan las 900 hectáreas)y aprovechó para levantar el pliego de las petroleras, como lo iba a hacer luego Cobos con su voto ‘no positivo’. Para exigir un ‘enfriamiento’ de la economía a Romero no se le ocurrió mejor cosa que denunciar que la inflación es una retención al salario, pero no mencionó, claro, la andanada de impuestos con que atropelló a los trabajadores de Salta.

El romerismo senil quiere capitalizar el prematuro agotamiento del precoz Urtubey. ¿Se convertirá éste en una pura circunstancia política?

Salta vive el continuismo. Luego de que Romero le impusiera a Urtubey al represor Ferraris en la Corte Provincial, su pichón pidió más, y para eso envió los pliegos de Abel Cornejo, el represor de Mosconi y Tartagal, como juez federal. Lo mismo hace con el agua: luego de recibir las pruebas del vaciamiento ejercido por Aguas de Salta, el gobernador propuso formar con ella una empresa mixta. El hombre daría la impresión de ser un masoquista si no fuera porque sabe muy bien lo que está en juego: mantener el aparato de represión y reforzar el poder de los grupos económicos.

Urtubey también acaba de anunciar que no habrá aumentos a los estatales hasta marzo próximo; prepara junto al intendente de la Capital un aumento general de impuestos y ha postergado la devolución del 82% móvil a los jubilados, otra de sus promesas electorales. Pone como excusa el enorme endeudamiento de la provincia. Sin embargo, esto no ha impedido que se apruebe un paquete de eximición de impuestos a las empresas y un endeudamiento de 160 millones para infraestructura agrícola, que la legislatura aprobó con la única oposición de los dos diputados del PO.

La tentativa superadora del romerismo, no duró en Salta ni un suspiro.