Políticas

28/6/2012|1228

La Fuba y la marcha a Plaza de Mayo

Cuando el gobierno anunció la militarización de la huelga de camioneros, la Fuba -en un comunicado- repudió la "represión" y el impuesto contra los trabajadores y el tope salarial". Luego, ante la movilización planteada a Plaza de Mayo, propusimos la convocatoria de la Junta Representativa de la Federación -la que reúne a los presidentes de todos los centros- para que se votara la concurrencia a la movilización, con una posición independiente de la burocracia sindical. La Mella, que integra la conducción de la Fuba, se opuso a este planteo, con el argumento de que los reclamos "son justos", pero que "queda(ría)mos pegados a Moyano sin que se note una posición independiente" -sin la más mínima preocupación por quedar pegados a los K y a los ‘gordos' de la CGT. La miopía política de esta posición es del tamaño del obelisco, porque es claro que una presencia masiva de la Fuba, de sindicatos independientes y de la izquierda hubiera dejado ‘pegado' a Moyano con sus críticos más firmes -incluido su servicio político de una década al kirchnerismo. A La Mella no le preocupa Moyano, sino el viraje que ha pegado Moyano , o sea su ruptura con el gobierno. Le atribuye a esta ruptura implicancias reaccionarias, o sea que los K quedarían como el mal menor. Ajena a la clase obrera, no consigue ver que lo ocurrido es una manifestación deformada del repudio de los trabajadores al ‘ajuste', o sea al rescate del capitalismo. La Mella acentúa su atadura al kirchnerismo cuando este ha entrado en una declinación irreversible.


En cualquier caso, sin embargo, al rechazar la convocatoria a la Junta Representativa, la Mella instala los métodos de Moyano (y de los K) en la Fuba. La Federación tiene sus propios ámbitos de resolución y todos debemos estar absolutamente dispuestos a quedar en minoría sobre la base de un debate claro. Tenemos que recordar a La Mella, en especial, este principio elemental de la democracia aplicada a los movimientos de lucha, porque los que adoptaron como nombre el de un internacionalista proletario -el cubano Julio Antonio Mella- no se cansan de repetir que los métodos de la UJS son sectarios o alejados de la masa. Ahora quedó en evidencia que los métodos de nuestros críticos son de camarilla y los nuestros democráticos.


La Mella alega, asimismo, la inconveniencia de una Representativa, para "no fijar posición sobre temas que nos dividen". O sea que solamente deberíamos ejercitar la democracia en la unanimidad. Otra vez, Moyano. Además, se trata de una trampa, porque "no fijar posición" es adoptarla, aunque en forma vergonzante, boicoteando la movilización y haciendo el juego al gobierno del impuesto a los trabajadores. Sin embargo, no hubo ningún "consenso" para "no fijar posición". La Cepa-PCR se sumó al planteo de no convocar la Representativa, aunque sí era favorable a la movilización. Este confusionismo colosal merece una reflexión: la quiebra Moyano-K ha abierto una crisis política que ha dejado a muchos como perro en cancha de bochas. El seguidismo al nacionalismo de contenido burgués les impide ver las limitaciones de éste y el carácter inevitable de su declinación ante los desafíos que plantea la bancarrota capitalista y la necesidad de aplicar un ajuste nacional y popular.


En plena lucha por el funcionamiento del Congreso de la Fuba, al que la alianza K-PRO-Franja Morada ha privado hasta ahora de quórum, llamamos a reivindicar la vigencia de la democracia deliberativa y la unidad de acción en el movimiento estudiantil.