Políticas

15/8/2013|1280

La gran elección, los nuevos desafíos

SALTA


11% en la provincia, 17% en la Capital


salta pablo lopezEl Partido Obrero pasó de 50.000 votos en 2011, nuestro mejor registro histórico, a 69.000 el domingo. Obtenemos el segundo puesto en la capital con el 17,2%, derrotando a los candidatos del gobierno. La votación es compacta porque hacemos también una gran elección a senador, con el 14,5 en capital y 9,3% a nivel provincial. El corte de boleta a favor de Pablo López fue un valor agregado a estos resultados. Hemos conseguido el objetivo que nos habíamos propuesto: colocar ante el pueblo de Salta la posibilidad efectiva de colocar una de las tres bancas en diputados. Obtuvimos importantes porcentajes en el interior, los que en muchos casos están marcados por la fuerte intervención política directa. En Colonia Santa Rosa pasamos de los 500 votos con los que obtuvimos un concejal a 1.500, perdiendo sólo por decenas de votos el primer lugar en diputados. Duplicamos la votación en Irigoyen, el pueblo del ingenio Tabacal, con más del 10%.


La extrema descomposición del régimen político que gobernó Salta por décadas se puso de manifiesto en medio de la campaña. No es apenas una crisis del oficialismo, sino del conjunto de las variantes del régimen que gobernó Salta para las sojeras, los ingenios y las mineras. Aunque Romero, Olmedo y Biella se presentaron como variantes opositoras y apelaron a una demagogia extrema, no son más que diversas variantes gerenciadoras de los mismos grupos económicos, todos ellos partidarios de una devaluación en regla y de planes de ajuste contra los salteños.


Nuestra gran votación es el resultado directo de la intervención del partido y sus bancadas en cada evento de la crisis, en los que se contrapuso nuestro programa a todas las variantes de los candidatos del régimen. El programa de salida, del cual repartimos cien mil ejemplares "en mano", se puso a prueba en cada episodio, ya desde principios de año. Esta vez, nuestros resultados de Salta se apoyan en la ruptura con el kirchnerismo de una fuerte franja de los trabajadores, quien a nivel nacional votaron por el desarrollo de una oposición de izquierda.


Comenzamos con la batalla contra el impuestazo en la capital, donde el Partido Obrero y sus bancadas jugaron un gran papel, mostrando una alternativa para que lo paguen los especuladores inmobiliarios y forzando una votación en el Concejo donde, por sólo por un voto, el oficialismo evitó la derogación.


Encabezamos la organización y fuimos los voceros políticos de un enorme movimiento por el pase a planta de 3.000 ordenanzas de escuela, que ha obtenido triunfos importantes.


Está en desarrollo una gran movilización de los vecinos de El Galpón contra la instalación de la planta de explosivos para la minería. Esta lucha puso en evidencia contratos confidenciales escandalosos para la provisión de gas a precio subsidiado, así como la autorización del emprendimiento fuera de toda garantía en materia de cuidado ambiental y de seguridad. La militancia y la bancada del PO nuevamente ha jugado un rol protagónico y ha polarizado con el gobierno en este punto.


Urtubey, que llegó al poder cuestionando al "depredador ambiental" Romero por su récord de desmontes, está ahora violando la ley de ordenamiento ambiental al cambiar el color de las zonas rojas en las que estaba prohibida toda alteración de los bosques, para habilitar miles de hectáreas de nuevos desmontes. En medio de la campaña pusimos en evidencia esta situación.


Salta está encabezando los indicadores oficiales en materia de desocupación, lo que se agrava en la zona norte con los despidos de petroleros, que se producen aún cuando el gobierno prorrogó las concesiones por diez años con la promesa de inversiones que no llegaron. El llamado Fondo de Reparación Histórica, constituido con la entrega de las regalías petroleras, terminó en un fraude. Con la sequía primero y las heladas después, se puso en evidencia que la mayoría de los peones rurales trabajaban en negro y fueron despedidos de inmediato. Los subsidios estatales sólo llegaron para los grandes patrones. Volvieron los cortes duros y unitarios de las diversas corrientes de los desocupados. La cooptación de los intendentes entró en crisis por las limitaciones de la asistencia y el incremento de la desocupación. De nuevo, la intervención del PO y de su banca en la Colonia Santa Rosa polarizaron con el gobierno. Hicimos aprobar en el Concejo una resolución para reclamar un seguro al parado y la asistencia a los pequeños productores.


El plebiscito que no fue


Urtubey designó a su hermano como candidato al Senado y asumió personalmente la campaña, al plantear la elección como un plebiscito de su gestión. Hasta en los spots publicitarios "mandaba a votar" a su hermano. Obtuvo un 30%, 24 puntos menos que en las elecciones de 2011. Ya en el inicio de la campaña se partió el frente gobernante, con la escisión del vicegobernador Zottos y la división en cuatro variantes de candidatos a diputados nacionales quienes compitieron entre sí.


El intendente de la capital, Isa, fue su principal aliado y colocó a su hija a la cabeza de la lista de diputados. La capital fue el centro del retroceso del gobierno, el "hermano" obtuvo apenas un 17% y la hija de Isa sólo un 14%.


Cristina-Urtubey fue la consigna que presidió la campaña oficial. Cristina visitó la provincia en medio de la campaña. Los resultados acompañaron la tendencia declinante del régimen a nivel nacional y golpearon decisivamente la autoridad política de Urtubey. Nada de todo esto le ha impedido al gobernador caracterizar los resultados como una "contundente victoria".


Aunque ganó la Capital, el romerismo quedó segundo a nivel provincial. Olmedo está tercero con el 19%, menos de lo que obtuvo en 2011 cuando disputó la gobernación. Unión por la República quedó dos puntos atrás del PO y entró en completa crisis. Su candidato, Biella, había duplicado nuestra votación en 2011, cuando salió diputado nacional.


El diseño de cuatro turnos electorales (dos comicios nacionales y dos provinciales) potencia la crisis que ha dejado planteada la elección primaria nacional, tanto en el oficialismo como en varios bloques de la oposición. Esta semana se inscriben las listas para las primarias provinciales y con ello se consagrará una atomización aún mayor. Todos los partidos que integran el oficialismo competirán entre sí en las elecciones de concejales y diputados provinciales. Los que se "unieron por la república" compiten, todos contra todos, por la provincia.


Culminamos esta primera elección con un gran despliegue militante, con la participación activa de decenas de simpatizantes reclutados en los distintos movimientos de lucha, con 400 fiscales en toda la provincia y una campaña que llegó a todos los rincones de la misma, incluida la comunidad wichi de La Puntana, en donde ganamos la elección.


Nuestra gran elección fue festejada como una victoria propia en la tranquera donde está el piquete contra la fábrica de explosivos, entre los familiares que hoy cumplen dos años de marchas contra la impunidad, en las escuelas y los hospitales, entre los obreros de la Colonia Santa Rosa. Con seguridad, serán un factor de impulso a la lucha por todas las reivindicaciones populares en la próxima etapa, a la recuperación de sindicatos y organizaciones populares.


Llegamos sistemáticamente a las principales concentraciones de trabajadores y estudiantes con nuestro programa. Enfrentamos ahora el desafío de sostener y multiplicar la movilización por el ingreso al Congreso y una batalla fundamental en Salta Capital, donde se elige un senador, diez diputados provinciales y se renueva todo el Concejo Deliberante. Esa batalla establecerá cuáles son las principales alternativas en la disputa por el gobierno de la capital en 2015. Vamos a esa lucha y a acrecentar los tres o cuatro puntos necesarios para que Pablo López ingrese al Congreso Nacional.


Claudio Del Plá