La gran pipa de la recuperación económica
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La primera vez que se escuchó decir que la crisis económica había sido superada, fue en marzo de 1995, cuando Cavallo consiguió un socorro financiero del FMI. Ni) falta mucho para que se cumplan dos años de esta famosa profecía. En el tiempo que pasó desde entonces, no faltó economista graduado en el extranjero que no dijera el mismo tipo de pavadas. Con este respaldo formidable fue que Roque Fernández confesó que todo lo que sabía lo había aprendido afuera.
¿Cuál es hoy el estado de situación? Tan malo como siempre o aún peor. Por ejemplo, el Banco Central acaba de informar que desde que cayó Cavallo hasta el 15 de octubre pasado, había perdido reservas por 590 millones de dólares entre lo que tiene depositado en el país y en el exterior (Clarín. 30/10). Si se tiene en cuenta la cantidad de préstamos internacionales que obtuvo en este mismo período, la salida de capitales puede estimarse en el orden de los 2.ÍMX) millones dólares en el lapso de 45 días. En un régimen monetario en donde cada peso en circulación responde aun dolaren las reservas oficiales, esa salida neta significa una reducción de la base monetaria y una consiguiente manifestación de retracción en el comercio.
El dato sobre fuga de capitales fue confirmado por el conocido Broda, quien “contabilizó 2.000 millones de pesos que ‘se fueron del sistema financiero a partir de la segunda quincena de julio (Clarín, 2/11). De manera que cuando se dice que el relevo de Cavallo se produjo sin hacer ruido, todo lo que se quiere decir es que la plata se está rajando sigilosamente. El mismo Broda agregó que las “reservas líquidas del Banco Central ‘bajaron nada masque 1.500 millones porque tomamos más préstamos que los intereses y amortizaciones que debíamos pagar’”. ¡Cómo se ‘recupera’ la economía! La magnitud de la bancarrota creciente del esquema económico simplemente sirve para medir el grado de mentiras, engaños y estalas a la opinión pública que diariamente transmiten los grandes medios de comunicación y sus ‘comunicadores’.
La salida de capitales explica, como se dijo, lo que Ambito Financiero (23/10) llamó “Un dato monetario que debe preocupar”, o sea la caída en el “nivel de monetización”, es decir, del total de depósitos y efectivo circulante en la economía. Entre fines de junio y mediados de setiembre, éste había retrocedido en un 5%, lo que equivale a 3.000 millones de dólares o pesos. La reducción de la circulación monetaria es contradictoria con la supuesta reactivación del comercio y de la producción. Como ahora vahemos ‘gracias’ al contrabando, el ‘plan Cavallo’ nunca generó un superávit comercial sino un déficit y una deuda externa en negro, de modo que la salida de capitales ha sido una característica constante de los últimos años, pero que ahora ya no es compensada con otros ingresos de capitales.
Se entiende, entonces, que en un ‘almuerzo’ al que asistieron representantes de la embajada norteamericana, de Cargill, de Siemens, de Gillette, del Consejo Empresario y Guillermo Murchison, “líder en el negocio portuario y vicepresidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas” (Clarín, 24/10), ahora juzgado como gran contrabandista; que en este almuerzo, se concluyera que “seguir tomando deuda afecta el grado de confianza, impacta en la tasa de interés y afecta el nivel de actividad y empleo”. ¡Ah! De esto se trataba la ‘recuperación’.
No hay que despreciar, en este contexto, el hecho de que la cartera de deudores comerciales morosos de los bancos se encuentre hoy por encima del nivel de mayo-noviembre de 1995. cuando reinaba la ‘depresión’, a lo que se agrega el crecimiento de la mora de los consumidores que utilizan taijetas de crédito. Esta situación de quiebra impide que la circulación monetaria pueda multiplicarse por la acción del crédito.
Llegado a este punto podemos entender lo que El Economista titula “La obsesión por evitar una crisis financiera” (11/10). Aunque esta ‘obsesión’ es más bien una ‘cama’ contra los bancos más chicos, a los cuales se les exigirá un mayor respaldo de capital para seguir operando o, en su defecto, dejarse ‘absorber’ por un tiburón más grande. Para acelerar esta comilona, el presidente duhaldista del Banco Central ya ha diseñado un sistema de subsidios en beneficio de los bancos que se hagan cargo de otros. Agotada la privatización de las empresas del Estado se acelera la privatización de las empresas privadas, es decir, la concentración financiera con la plata del Tesoro nacional. Obtener el apoyo para este negociado es uno de los principales objetivos del viaje de Roque Fernández a Gran Bretaña y, naturalmente, de las ‘paces’ que ha hecho Balza con los colegas que aún tienen bajo su poder a las Malvinas.