Políticas

14/6/2001|710

La Iglesia quiere educación religiosa en todo el país

La Iglesia se ha lanzado a una cruzada para imponer la enseñanza de la religión en las escuelas públicas. La Conferencia Episcopal acaba de exigir que se enseñe religión en las escuelas públicas y hasta un plesbiscito nacional de apoyo.


La curia ha tomado la posta de la curia catamarqueña, que reclama reimponer la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, suspendida por el gobierno local ante una denuncia por ‘‘discriminación* formulada por la Daía (organización de la comunidad judía).


La enseñanza de la religión no sólo ha sido impuesta en la Constitución catamarqueña sino también en la de Tucumán y Buenos Aires. En tierras de Ruckauf, en muchas escuelas, los niños “incluidos los judíos, árabes o simple”.

mente no religiosos- son obligados a rezar un “padrenuestro” antes de ingresar a clases. Bajo Alfonsín, Menem y la Alianza, los curas han conseguido que el Estado subsidie generosamente las escuelas confesionales y privadas… mientras la educación pública se derrumba por falta de fondos. Más aún, la Iglesia ha tenido una injerencia descomunal en el establecimiento de los llamados “contenidos básicos” de la eduación primaria y secundaria, en la cual los curas han vetado la enseñanza de la teoría de la evolución de las especies de Darwin porque, sostienen, es contraria a las “enseñanzas de la Biblia”. Ahora, los obispos van por más.


Pero el credo no tiene nada que hacer en el aula, la educación o la ciencia. La historia del desarrollo de las ciencias y la educación es la historia de su emancipación de la tutela clerical y del oscurantismo religioso.


Los curas reclaman que se finseñem en las escuelas los “valores religiosas7″. ¿Cuáles son esos “Valores” sino la obediencia, la resignación, la creencia ciega, el desprecio por la ciencia, la discriminación, la violencia, el odio, la subordinación de la mujer y de la juventud? Para conocer los “valores”de la Iglesia no hay más que recordar su “cruzada evangelizados” durante la conquista de América, o su papel en la “conquista del desierto”, o su apoyo cerrado a la dictadura videliana, que los obispos siguen reivindicando.


Es necesario separar completamente a la Iglesia de la educación y establecer una educación estatal y única, que no solamente sea laica y gratuita, sino que eduque para la emancipación nacional y social.