Políticas

14/2/2002|741

La Interbarrial crece y se extiende

Más de 3.000 representantes de Asambleas Populares se hicieron presentes el domingo 10, en la Asamblea Interbarrial de Parque Centenario.


Es evidente que el movimiento de Asambleas Populares se está extendiendo incluso en el Gran Buenos Aires. Hubo representantes de las Asambleas de Ramos Mejía, Lomas de Zamora, Lanús, Castelar, Ituzaingó, Almirante Brown, Pacheco.


 


Asamblea Piquetera


La mayoría de los mandatos planteaba la participación en la Asamblea Nacional Piquetera del próximo sábado 16 en la Plaza de Mayo. Los intentos divisionistas (ver aparte) fueron simplemente desoídos. Fue aprobada casi por unanimidad una entusiasta moción para que el cacerolazo del viernes 15 continúe durante toda la noche hasta recibir a las columnas piqueteras que llegarán en la mañana del sábado.


 


¡A Plaza de Mayo!


También fueron violentamente rechazados los planteos de discontinuar los cacerolazos de los viernes y las marchas a Plaza de Mayo. Por el contrario, nuevas Asambleas anunciaron su decisión de marchar, como el plenario de diversas Asambleas del Oeste del conurbano, que resolvió formar una columna común para salir en tren los viernes, desde la estación de Morón.


El levantamiento del próximo cacerolazo para reemplazarlo por una jornada para el miércoles 20, en el segundo mes aniversario de la caída del gobierno de De la Rúa, como homenaje a los mártires, también fue rechazado. La Interbarrial de Parque Centenario votó marchar el viernes 15 y… realizar una gran cacerolazo y manifestación también el miércoles 20.


 


Asambleas para luchar


Los mandatos votados por las Asambleas de los barrios evidenciaron la existencia de centenares de iniciativas de movilización y lucha. En Almagro, enfrentando a la guardia de infantería, se movilizaron para impedir el desalojo de una panadería que colaboraba con los desocupados. En diversos barrios se hicieron actos y movilizaciones en defensa del hospital público, que se está desmoronando por la aplicación de la política fondomonetarista (Hospital Ramos Mejía, Durand, Alvarez, etc.). Hubo numerosos “escraches” a los bancos, rechazando la expropiación de los ahorristas; a las empresas de servicios públicos privatizadas, reclamando disminución de tarifas y exención para los desocupados; a casas de funcionarios corruptos, entreguistas y antiobreros, y sobre grandes cadenas y empresas (Coto en Ramos Mejía, en reclamo de la disminución del horario de trabajo, sin disminución salarial y reparto de las horas existentes con nuevos trabajadores) o en solidaridad con luchas obreras (Brukman en el Once o la lucha contra los despidos en Infosic, en San Cristóbal). Hubo marchas y actos barriales contra casos de gatillo fácil y represivos (Patricios, Floresta, etc.).


Existe una fuerte tendencia de las Asambleas Populares a transformarse en órganos de lucha de las masas, tendencia que debe ser sostenida y ampliada constantemente. Sólo así podrán estas Asambleas nuclear a mayores sectores en las movilizaciones y ganar una creciente autoridad en sus distritos.


 


Programa revolucionario


La Asamblea de Parque Centenario votó resoluciones de contenido revolucionario, evidenciando la creciente evolución del pueblo en lucha.


Así, por ejemplo, se votó rodear el Congreso el miércoles 13, cuando se discuta el proyecto de presupuesto nacional enviado por Duhalde, pero no para “corregirlo”, sino para rechazarlo. “Tirar abajo el presupuesto 2002 y los planes económicos del gobierno”, fue la moción votada, siendo rechazadas las mociones confusionistas que planteaban propuestas de “control”, “redistributivas” o “participativas”-participacionistas. La Interbarrial resolvió asimismo un “escrache al Gobierno de la Ciudad cuando discuta el presupuesto”.


Respecto a la necesidad de echar a la Corte Suprema, en la Interbarrial hubo grandes avances. La Asamblea de Villa del Parque, por ejemplo, llevó el mandato de que los jueces fueran electos por el pueblo. Otros plantearon una nueva policía, formada por vecinos y elegidos en los barrios. La Interbarrial rechazó “la reforma política y constitucional de Duhalde”. Ya había votado la semana pasada la lucha por una Asamblea Constituyente soberana. Un delegado anunció que su barrio votó que el poder político debía emanar de las Asambleas Populares.


También hubo fuertes críticas contra los medios de comunicación, por ocultar la información sobre las Asambleas Populares y las movilizaciones en curso (cacerolazos, etc.). Se votaron escraches de repudio (Radio 10, etc.).


 


Receptáculo de las luchas obreras


A la Interbarrial concurrieron delegaciones de diversos sectores en lucha. Hicieron uso de la palabra delegados de la fábrica del vestido Brukman, que hace dos meses han ocupado la empresa y la están haciendo funcionar a pesar del vaciamiento patronal; los delegados del Inti que resisten una intervención a su Comisión Interna clasista por parte de la burocracia menemo-duhaldista de Andrés Rodríguez, de UPCN; los trabajadores de la sanidad del Sanatorio Mitre, que se movilizan contra despidos y “racionalización” del personal; los ferroviarios de Haedo, que enfrentan despidos de TBA; directivos del Suteba de La Matanza, que han lanzado un plan de Asambleas Populares en los barrios con la consigna de “llevar el cacerolazo a la escuela y la escuela al cacerolazo”; etc.


Por encima de las burocracias sindicales aliadas al gobierno, los obreros en lucha vienen hacia las Asambleas Populares. Se fusionan con ellas, reciben apoyo popular, se coordinan. La unidad de las cacerolas con los piquetes y los trabajadores en lucha abrirá el camino a la Huelga General.


 


Amplitud


Los elementos frenapistas y frepasistas se mordían los codos de bronca al ver el sesgo de las resoluciones que adoptaba la Interbarrial. Lo atribuían a la “manija” o “aparateada” del PO. No son capaces de comprender el espíritu de rebelión que recorre a las masas. El Partido Obrero no solamente apoya incondicionalmente estas posiciones de lucha sino que las alienta.