El lunes 14 se realizó un nuevo plenario interhospitalario convocado por el bloque combativo en la Maternidad, con la presencia de más de 50 delegados mandatados por asambleas de base de diferentes hospitales y centros de atención primaria (Caps). El plenario resolvió mantener los paros de consultorios y retomar las marchas a la Plaza Independencia, caja de resonancia popular de los reclamos de los autoconvocados. En el plenario se denunció el ensañamiento represivo contra los luchadores de la Maternidad y del hospital Avellaneda, por lo cual se resolvió apoyar la lucha de ese hospital y una jornada de cortes.

Estas decisiones permiten sortear la situación de impasse en la lucha, provocada por la decisión del bloque que responde a los lineamientos del PJ disidente, a la Iglesia, al PCR y el MST y dirigencia del Fesprosa, que anunció la formación de un sindicato sin que las bases del movimiento hubieran resuelto nada en ese sentido. Este bloque decidió la formación de un sindicato burocrático. Sus estatutos desconocen a la asamblea general y transforman a los actuales plenarios interhospitalarios semanales en un congreso anual para discutir la memoria y el balance del sindicato. Por otra parte, rechazaron las propuestas votadas por las asambleas de los hospitales del Carmen y Obarrio, de convocar a congreso de delegados con mandatos de bases para discutir cómo relanzar el plan de lucha y la cuestión de la sindicalización del movimiento.

Para discutir toda esta situación, el jueves 10 se realizó la primera asamblea autoconvocada por el bloque combativo. Los 150 compañeros de la Maternidad, el hospital Avellaneda, el hospital del Carmen, del hospital Obarrio, el hospital del Niño, el Centro de Salud y de numerosos Caps (zona centro, Santa Rita, Yerba Buena, Las Talitas y otros) refutaron cada una de las calumnias que el bloque burocrático desplegó en todos los medios procurando demonizar a los sectores combativos, al señalar que era un grupúsculo minoritario manijeado por el Partido Obrero y funcional al gobierno.

En las deliberaciones intervinieron numerosos compañeros que mostraron el clima de confusión que se había creado en los lugares de trabajo. Varios señalaron que, así como se había enfrentado en su oportunidad a la burocracia de ATSA y AME (Asociación de Médicos Empleados), ahora también había que enfrentar a la nueva burocracia que se levantaba contra el propio movimiento de autoconvocados. Al finalizar las deliberaciones, se votaron varias mociones, entre otras:

a) darle continuidad al Movimiento Autoconvocados de la Salud, agrupando a todos los trabajadores de la salud en condiciones de igualdad, sean profesionales o no profesionales, sean del Siprosa, de la Municipalidad de San Miguel o del área privada;

b) convocar a un congreso de delegados, como había sugerido en su momento la asamblea del Hospital del Carmen, sobre la base de un delegado cada 50 trabajadores y donde cada voto sea expresado por cada delegado, para agosto;

c) desconocer las resoluciones del bloque burocrático y divisionista. Sólo se van a reconocer las que emanen de asambleas generales y plenarios interhospitalarios con mandatos fundados y delegados reconocidos presentes;

d) reimpulsar la formación de la coordinadora con otros sectores en lucha.