Políticas

17/11/1994|432

La interna del Banco Provincia nos está llevando al matadero

Hace unas semanas se constituyó el Comité de Defensa de la Caja de Jubilaciones y de sus conquistas, impulsado por la comisión interna de la seccional Chivilcoy, en representación de más de 1.000 compañeros activos y jubilados. El lunes 15 pasado, tuvo lugar una asamblea “autoconvocada” de jubilados del Banco Provincia en Unione y Benevolenza, en la cual estuvieron presentes los miembros de la interna de Chivilcoy y representantes gremiales de otras seccionales (como Mar del Plata y San Nicolás). La Asamblea ratificó el programa que plantea la oposición a cualquier recorte de los beneficios jubilatorios; la necesidad de que se informe sobre el fondo acumulado por los aportistas a la Caja, con su consiguiente capitalización y otros ingresos comprometidos; que la Caja se ponga bajo control directo de los trabajadores y jubilados; por la vigencia del 82% móvil. La iniciativa de la interna de Chivilcoy había sido repartida masivamente en la asamblea por compañeros de la Lista Naranja (integrante de la 94 en las inminentes elecciones bancarias) y saludado desde la propia mesa de la asamblea. Miguel Pastorini, secretario general de la interna de Chivilcoy, fue ovacionado cuando propuso constituir una nueva Mesa de Defensa y un plan de acción. Así, respondió a la inquietud de varios compañeros de la asamblea que preguntaban: ¿Cómo hacemos para “mover” a los activos de la Casa Central y a las sucursales del conurbano, un sector clave para nuestra lucha?


Se resolvió continuar y profundizar las marchas y asambleas “autoconvocadas” de pasivos en la sede del Banco.


Los delegados de la seccional Buenos Aires, ¿saben lo que votaron?


En contraposición a este movimiento, un plenario convocado por la interna de la seccional Buenos Aires del Banco votó favorablemente, con la presencia de 89 delegados (aproximadamente un 50% del total) una moción de la interna que propone “desenganchar los haberes jubilatorios de la escala salarial del convenio (y que) los futuros aumentos de dichos valores (estén) relacionados proporcionalmente al aumento de la masa de aportes”.


La propuesta liquida el 70% móvil (lo desengancha del salario y lo condiciona, como la propuesta “solidaria” de Cavallo, a lo que se recaude) y declara cancelado el propio convenio colectivo de trabajo que establece lo contrario. ¿Cuál es la diferencia entre esto y la posición de Cavallo (y Duhalde-Frigeri) frente al régimen jubilatorio?


Deberíamos suponer que la mayoría de los delegados que votaron “esto” no sabían lo que estaban haciendo, es decir, cavando su propia fosa. Según los propios números dados a conocer generosamente por el directorio del Banco y la propia interna, los ingresos por aportes a la Caja están comprometidos por la relación desfavorable entre activos y pasivos (12.500 activos contra 10.000 pasivos). Pero esta relación será crecientemente desfavorable como consecuencia de la política de “racionalización” del Banco. Así las cosas, disponer como propone la interna, que “las futuras jubilaciones se podrán determinar con un promedio de aportes”, es lisa y llanamente votar la caída en picada de las jubilaciones.


La interna reclama, claro, “garantizar una jubilación mínima para el actual haber por rama de actividad, como asimismo una jubilación mínima para los próximos jubilados”. Pero a partir del “desenganche de los haberes de las escalas de convenio”, la “mínima” puede llegar a ser un 30% de los ingresos del trabajador a su retiro, una confiscación que la interna propone que se aplique ya a los jubilados actuales. Planteando un “tope” para el “actual haber”, refuerza la liquidación del 70% móvil para los jubilados de hoy y barre con los derechos adquiridos.


La interna reclama “un mayor porcentaje en los negocios del Banco”, ¡pero esto es lo que se está violando ahora con el apoyo de la interna¡ El Banco ya está obligado por el art. 89 de la carta orgánica a constituir de sus utilidades líquidas los aportes que faltaran para recomponer el fondo de reserva de la Caja año a año. Esto está contemplado en la propia ley 11.322 que modificó el viejo régimen hace dos años. ¿Qué “reclamo” es éste que pide un aporte indeterminado y no identificado, cuando ya hay una cláusula de derecho que obliga al Banco a efectuar un depósito preciso, con origen claramente establecido?


La interna propone barrer con los juicios de los jubilados


En sus “propuestas para nuestra Caja”, la interna propone “declarar la inembargabilidad de la totalidad de los fondos destinados a los pagos previsionales de la Caja. Determinar un mecanismo legal que preserve de eventuales juicios el patrimonio de la Caja”. En realidad, los aportes son siempre inembargables, por lo cual esta propuesta está apuntando en otra dirección. El directorio de la Caja ya ha declarado su propósito de imponer una “ley de emergencia” para paralizar los juicios de los jubilados por derechos adquiridos (82% móvil que consagraba la Caja hasta su reforma en el ’92). La comisión interna se delata a sí misma al proponer “defender a la Caja” contra los jubilados que aportaron un 20-25% de sus haberes durante toda su vida activa y que hoy están impulsando juicios por los derechos adquiridos que les quieren liquidar los confiscadores de la Caja. La interna, adelantándose al directorio, propone formalmente una legislación de “emergencia” que inviabilice los juicios de los compañeros.


Esta es la situación. Reiteramos la pregunta: ¿los delegados que estuvieron, sabían lo que estaban votando? (una minoría, cabe consignarlo, votó en contra, repudiando la moción de la interna).


Llamamos a extender el movimiento en defensa de la Caja y sus conquistas, tomando ejemplo de los compañeros de Chivilcoy y de los jubilados “autoconvocados” en Capital. Como parte de esta campaña, explicar, denunciar y rechazar la propuesta de la interna de la seccional Buenos Aires, que no viene a “defender la Caja” sino a destruirla.