Políticas

5/4/2007|986

La inundación de Obeid, Binner y Lifchitz


Las lluvias han dejado más de 60.000 evacuados en toda la provincia, doce muertos, las clases suspendidas en Santa Fe capital y parcialmente en Rosario, y sectores enteros sin luz.


 


Una nueva catástrofe en la provincia. Están bajo el agua los mismos que estuvieron en esa situación durante la anterior inundación. Están bajo el agua decenas de barrios pobres de Rosario, Villa Gobernador Gálvez y el Cordón Industrial de San Lorenzo. Están bajo el agua las villas de alrededor del Ludueña, engordadas por la expulsión de obreros del casco céntrico de Rosario ante el aumento sideral de los alquileres. Localidades como Frank, entre otras, han sido evacuadas en su totalidad (más de cinco mil personas), otros pueblos quedaron totalmente anegados, sin que se pueda entrar o salir de ellos.


 


En Santa Fe capital, a diferencia de la inundación anterior, está afectada toda la ciudad; barrios enteros quedaron aislados, entre 30 centímetros y 1,5 metros fueron las medidas que hasta hoy se registraban. Están bajo el agua los barrios “protegidos” por las barreras que se hicieron en Santa Fe para contener el Salado, ahora transformadas en encerronas para miles de personas.


 


En San Lorenzo, los pulpos sojeros y aceiteros tienen copadas las escasas bombas de desagote existentes para salvar los granos almacenados, mientras la población sigue bajo el agua. Más que nunca, en la tragedia, queda en evidencia el carácter rabiosamente capitalista de los gobiernos del Cordón: primero los pulpos, que se inunden los trabajadores. Están otra vez en la lona los miles de afectados por el granizo. Las pérdidas de todas las pertenencias para un pobre, ya es en Santa Fe como un callo en la piel de los que nada tienen.


 


Como ocurrió con la gran inundación de la capital santafesina en 2003 y con la granizada en Rosario en noviembre pasado, las causas de estos desastres sociales no son los “fenómenos naturales”, sino el régimen capitalista y sus gobiernos, que entregaron la provincia y sus ciudades a la voracidad del capital financiero y condenaron a poblaciones enteras a vivir en condiciones precarias, sin los servicios esenciales y sin las obras de infraestructura necesarias para enfrentar estas emergencias. La Provincia de Santa Fe ha tenido una recaudación extraordinaria en los últimos años; sus comunas han recibido subsidios millonarios. Todos ellos se han abocado a las obras públicas, autovías y puentes que benefician al capital exportador. Esta inundación es la consecuencia del desorden social que ha impuesto el Estado y de los intereses que defiende.


 


Hace más de 20 años que el PJ de Reutemann-Obeid gobierna la provincia y su capital, y que los “socialistas” de Binner-Lifschitz gobiernan Rosario. Ninguno ha resuelto los problemas fundamentales de los trabajadores. Unos y otros destinan el superávit fiscal y el presupuesto, no a resolver las necesidades populares de vivienda y salud, sino a subsidiar a los capitalistas y a realizar las obras de infraestructura que exigen la agroexportadoras para abaratar sus costos, como el plan Circunvalar, las autopistas y el corredor bioceánico.


 


Una situación explosiva


 


Decenas de piquetes y cortes de ruta en la capital santafesina y en Rosario denuncian que la ayuda no les llega y que hay manejos punteriles.


 


En Santa Fe capital, la experiencia de auto-evacuación del 2003 produjo una gran organización entre los evacuados, que abrieron galpones y cortaron calles para que les lleguen alimentos, colchones y ropa. El gobierno municipal y el provincial no tuvieron ningún tipo de respuestas: habilitaron un predio que alberga a casi 2.000 personas al que sólo destinaron sólo 70 colchones; la comida llega a cualquier hora de la noche. La situación de los galpones “no oficiales” es totalmente desesperante.


 


Se va creando una situación explosiva que obligó al gobierno Kirchner, a Obeid y Lifschitz a cerrar filas en un “comité de crisis” cuya tarea primordial es cubrirse las espaldas mutuamente y frenar las protestas populares. Regimentaron los centros de evacuados, militarizaron las zonas con la Gendarmería y el Ejército, y salen a presionar para que se levanten los piquetes. En esta política, el “socialista” Lifschitz va a la cabeza.


 


Por la organización y movilización popular


 


El Partido Obrero impulsa la solidaridad con los inundados. En los comedores del Polo Obrero se está organizando la recolección de donaciones para entregárselas directamente a los evacuados. Puede haber muchas colectas solidarias, pero de esta inundación no se sale con la Cruz Roja o el Rotary Club; se sale luchando para que los pobres de Santa Fe no sean expulsados cien veces de sus propias casas. Hay que acercar ayuda a Santa Fe y entregársela directamente a los afectados, hay que ayudar y luchar, para que se termine esto.


 


El Partido Obrero impulsa un movimiento provincial que reclame:


 


1) Que la Provincia y las municipalidades garanticen un subsidio de emergencia de 2.000 pesos para todos los afectados.


 


2) Por la organización independiente en los centros de evacuados para impedir el manejo punteril.


 


3) Que el Estado garantice la asistencia inmediata de alimentos, ropa y salud.


 


4) Por un impuesto especial a los grandes capitalistas y agroexportadores de la provincia destinado a resolver estos problemas fundamentales.


 


5) Que la Provincia y los municipios realicen en forma perentoria las obras de infraestructura necesarias.


 


6) Por un plan de viviendas populares y de los servicios esenciales para todos los barrios, bajo control de los trabajadores y vecinos.


 


7) Fuera la Gendarmería y el Ejército, por la organización independiente de los afectados y de los barrios.


 


El PJ y los “socialistas”, que llevan más de 20 años gobernando la provincia y Rosario, han mostrado su completa incapacidad. Es necesaria una Alternativa Obrera y Socialista.


 


 


 


Luis Oviedo (sobre la base de informes de Emilio Blanco, Rosario; Luis Calarotta, San Lorenzo, y Pablo Vallejo, Santa Fe capital)