La izquierda no logró conformar una unidad. El Partido Obrero es el único que aparece reforzado en el escenario político, como lo expresan sus candidaturas en varios municipios en los que nunca se había presentado (Santa María, La Merced, El Recreo), aparte de volver a presentar lista en Fray Mamerto Esquiú, Valle Viejo y la Capital (en todos sus cuarteles). Este desarrollo es el resultado de la lucha que el PO ha venido librando en el escenario de la lucha piquetera con el Polo Obrero, que lo ha conformado como un punto de referencia para el agrupamiento y coordinación de todas las fuerza combativas que van apareciendo en la provincia, como ha ocurrido con los movimientos de desocupados de Santa María, con el Foro de Desocupados de Andalgalá, con un importante agrupamiento de obreros del parque industrial del Recreo o en la construcción de un sindicato clasista de los trabajadores de la salud. En ese mismo plano fue ganando terrero la representatividad de compañeros como Enrique Traverso, Sacaba, Yiyo Galíndez, Tato Traverso, a la cabeza de estos movimientos.

El PO convocó al resto de la izquierda a conformar un frente, pero por las mismas razones que no cuajó en Neuquén con IU, tampoco se materializó en Catamarca. En el caso de Patria Libre, la regional catamarqueña adoptó una postura abstencionista, pero quedó abierto el debate para adoptar un pronunciamiento público de apoyo a las candidaturas del PO, a partir de lo cual coordinar acciones prácticas de movilización en común.

La presentación de IU, escuálida (solo en dos municipios y con listas incompletas) tiene solo una función: sembrar el divisionismo y la confusión con el propósito de restar votos al PO y perjudicar nuestras chances de conquistar una bancada obrera, por eso en los medios se han dedicado a atacar al PO.

El Partido Obrero se presenta con una clara plataforma, donde hacemos eje en la crisis de poder en el país y la provincia, planteamos que se vayan todos, que se vayan Castillo, Duhalde y sus candidatos, y que pase a gobernar una Asamblea Constituyente con poder para impulsar la elevación al 50% de la regalías, desconocer la deuda pública provincial por fraudulenta y usuraria, la anulación de los diferimientos que ha llevado a la entrega de la tierra productiva del Estado provincial, a anular la privatización del banco provincial y embargar a sus grandes deudores, o sea un conjunto de medidas dirigidas a centralizar los recursos productivos, financieros y económicos bajo control de los trabajadores, para impulsar un plan de industrialización, colonización agraria y de obras públicas, elevar el salario a un mínimo de 700 pesos, el reparto de las horas de trabajo y el rescate de la salud y la educación pública. En definitiva un programa para que la crisis la paguen sus responsables.

En función de esto, todas las fuerzas del PO y el Polo Obrero han votado una enérgica movilización para conquistar una bancada obrera.