Políticas

14/7/2005|908

La izquierda se entrega, ¡por un frente cien por cien de izquierda!

Un volante que está repartiendo el llamado MST Nº 2 deja al desnudo una política de descarado oportunismo, que es a la vez un suicidio político.


El volante reclama que “los candidatos del frente… deben ubicarse en forma equilibrada entre todas las fuerzas a unirse” y en que “estamos de acuerdo en que se sumen figuras como Alicia Castro o el Partido Socialista… pero no es correcto que encabecen las listas en todos los distritos, desplazando a Izquierda Unida”. Mientras denuncia esta extorsión, el MST insiste en reivindicar que los “dirigentes que estuvieron en otros partidos quieren sumarse ahora con la izquierda”. Se trata de lo contrario; no creemos que los autores del volante se estén engañando, quieren engañar a sus lectores. Esta pelea subalterna por los cargos de un frente antiizquierdista aparece en un volante cuyo título es: Cristina y Chiche se pelean por los cargos.


(En los textos que distribuyen las diferentes fracciones del Mst hay dos puntos que se omiten cuidadosamente: 1. el derecho al aborto y la enseñanza estatal y laica (por Cafiero); 2. la reestatización sin indemnización de las AFJP (por entrelazamiento de los centroizquierdistas con la AFJP de Credicoop).


El MST ha entrado abiertamente en lo que el volante llama las “viejas opciones que ya fracasasron como el Frepaso de Chacho Alvarez”. En realidad ha entrado en algo peor, porque el Frepaso tenía un tinte progresista, no clerical, y no era menemista como son hoy kirchneristas los personajes mencionados por el volante. Hace algunas semanas el diario del MST se había tomado el trabajo de criticar a Chávez porque éste había dicho en Porto Alegre que no había que criticar a Lula ni a Kirchner, alegando que no había que dividirse frente al imperio (en realidad Lula y Kirchner son sus agentes) y ahora el MST oculta esa complicidad cantada con el kirchnerismo de los chirolitas argentinos (no pasan de eso) del líder venezolano. Como nota al margen digamos que Chávez ha comenzado una campaña por el derecho al aborto en Venezuela.


Asistimos a un proceso de confiscación política de la izquierda en beneficio de la burguesía, que no por largamente preparado es menos criminal y desvergonzado. El propio volante, con sus reclamos lastimosos y sus quejas indecentes, oculta más de lo que revela -que la operación está consumada. La candidata en capital será la burócrata moyanista, Alicia Castro, que no ha dejado de ser ni una cosa ni la otra, como lo demuestra el conflicto actual en aeronáuticos y en Aerolíneas. Alicia Castro está políticamente emparentada con otra figura del moyanismo, el abogado Héctor Recalde, que va con Cristina Kirchner, al igual que el Barba Gutiérrez. Así como Kirchner tiene candidatos en las listas de Juez y de De la Sota; de Romero y de los kirchneristas de Salta; del peronismo santafesino y del frente de Binner; etc., etc. -lo mismo el ex frepasismo se ha repartido entre Izquierda Unida, las listas oficiales y los frentes de la victoria no oficiales, con el objetivo de ‘sumar’ al proyecto gubernamental.


Desde Brasil, Chile, Uruguay (ni hablar de Nicaragua y El Salvador) está en marcha una liquidación política de la izquierda, que constituye un primer paso, en algunos casos, o el último, en otros, de un ataque contra los trabajadores que, en esta parte del mundo, hicieron fracasar las tentativas políticas neoliberales (aunque no sus proyectos sociales). Este es el contenido de clase de la confiscación política de la izquierda que impulsan los ‘frentes amplios’. Este es el significado de lo que ocurre en Argentina también. Por eso llamamos a multiplicar las iniciativas contra estas maniobras antiizquierdistas y antisocialistas (en definitiva, antiobreras) e impulsar pronunciamientos y asambleas por un frente cien por cien de izquierda.