Entrevistamos a José Mini, secretario general de Adicus (sindicato de docentes universitarios de la Universidad Nacional de San Juan)

-¿Qué opinás del fallo colonial de la deuda externa y sus consecuencias sobre los trabajadores y el pueblo argentino?

-Lo primero es un rechazo absoluto. Creo que es una manera que utiliza el capital imperial -y por sobre todo el gobierno americano- para arrodillar a los países como los nuestros y fundamentalmente sacarnos las riquezas que producimos los trabajadores: o sea que mi oposición es brutal. No sólo una oposición, sino una denuncia al gobierno que se ha rasgado las vestiduras diciendo que es “nacional y popular” y ante el primer enojo del amo salen corriendo a decir “tengo que pagar”, “cuánto es lo que tengo que pagar”, pero “permitime que dentro de casa siga diciendo que estoy enojado”.

La propia Presidenta ha manifestado que es una pagadora serial, en la década ganada la deuda externa creció, pasando de 148.000 a 300.000 millones de dólares, sin contar los más de 100.000 millones de dólares que se han fugado. Por lo tanto, rechazo absolutamente esta deuda y creo que los trabajadores tendríamos que promover algún tipo de movilización o algo para impulsar el no pago de la deuda y el rechazo a todas estas intromisiones que hace el capital financiero internacional.

-¿Qué opinás de los proyectos presentados en el Congreso nacional por el Frente de Izquierda sobre despidos, suspensiones y contra la tercerización laboral?

-En principio, no los conozco en su letra chica, pero desde ya mi apoyo. Creo que es importantísimo que la izquierda, y sobre todo sus representantes, elaboren proyectos de ley que tengan como finalidad atacar las condiciones inhumanas en que el trabajador está inmerso. Obviamente tiene todo mi apoyo.

-¿Qué te parece la propuesta de un congreso de la izquierda y el movimiento obrero?

-Creo que es vital. Tengo una opinión muy particular, creo que la izquierda tiene un rol muy importante, muy significativo. Es evidente que las últimas elecciones han mostrado que hay una búsqueda, una búsqueda política por la izquierda y que no es cualquier izquierda; no es una izquierda como se ha dado en otros lugares de América Latina, sino que es una izquierda que levanta un programa. Un programa anticapitalista y por una salida socialista, y esto ha tenido el apoyo muy importante de una franja significativa en el país. Creo que la izquierda tiene una gran responsabilidad en poder abrir, porque la limitación de lo que uno abre está en un programa que debe tener puntos fundamentales, que apunte esencialmente a una lucha anticapitalista, antiimperialista; por una salida socialista. En ese sentido, creo que es un paso importante y puede ser que se concrete y podamos avanzar en un gran frente de la izquierda que pueda contenernos a todos aquellos que adherimos a este tipo de programa y a un método. Un método que es el propio de la clase obrera que es la discusión y la decisión democrática.