Políticas

9/1/2004|835

La jornada del 26

Mil compañeros del Polo Obrero y el Mijd se movilizaron hacia la Legislatura, donde los esperaba un ejército de policías (infantería, perros, civiles, etc.). A pesar de ello, una delegación llegó a la Legislatura y presentó el pronunciamiento de la ANT. No había ningún legislador, pero sí un oficial encargado de la seguridad, quien se comprometió a entregar el documento y concertar una reunión con los presidentes de los bloques. Frente a la Casa Histórica nos volvieron a bloquear el paso para que no ingresáramos a la Plaza.


La semana precedente el director de Empleo de la Nación había vetado unos 500 subsidios interzafra otorgados en primera instancia al Polo Obrero, a pesar de haber cumplido con todos los requisitos exigidos. En la discusión con el funcionario, éste dijo que uno de los motivos de su decisión fue la exigencia de la burocracia de Fotia de marginar al Polo, pero también la posición del gobierno nacional de "endurecer" la relación con el movimiento piquetero duro. Esto se vio claramente reflejado en las entrevistas realizadas en la jornada del 26, donde los funcionarios nos dijeron no a todo.


Con este panorama regresamos a la Plaza Irigoyen, punto de partida de la manifestación, donde realizamos una asamblea general que decidió iniciar un plan de lucha a partir de esta misma semana.