Políticas

8/2/2007|980

La “justicia” de De la Sota encubre a los asesinos

Juicio y castigo a los responsables de la muerte de Enzo Basualdo


El 13 de enero, en Villa el Libertador, Enzo Basualdo murió tras recibir el disparo de una bala que iba destinada a un “ajuste de cuentas”, con el que él no tenía nada que ver. Mientras Enzo festejaba su cumpleaños junto a sus amigos y familiares apareció un Renault 12, del que bajaron dos sujetos armados. Enzo al intentar socorrer a un chico de cinco años que había quedado expuesto ante esta situación, recibió el impacto mortal de una bala en la nuca.


 


A casi un mes del asesinato, y con testigos que identifican claramente a los responsables del hecho, no sólo no hay nadie preso, sino que además, no hay señales claras que muestren que la justicia esté actuando.


 


Semejante impunidad sólo se puede entender si se tiene en cuenta que la persona que efectuó el disparo es familiar directo de un comisario de la policía provincial. Al día siguiente de la primera marcha por el esclarecimiento del hecho, fuentes policiales declararon al matutino La Voz del Interior (20/1) que: “Los que dispararon son personas conocidas en el barrio, y ya están identificados. Sólo que cuando la Policía fue a buscarlos, los jóvenes se habían esfumado de los lugares que frecuentan.”. Sin embargo, los culpables no sólo están libres sino que además se pasean libremente por las calles del barrio.


 


Esta impunidad lo único que ha logrado es despertar la furia de los vecinos y familiares que ya llevan tres movilizaciones y preparan la cuarta.


 


La policía y la justicia de De la Sota es campeona en impunidad y encubrimiento. Enzo no es ni la primera ni la última víctima de estas corporaciones. El reforzamiento de estas instituciones, de la mano del nuevo jefe de policía de la “tolerancia cero” del Manhatan Institute no va a ser más que desarrollar el crimen organizado.


 


La justicia, la seguridad y la vida de los habitantes de Córdoba es incompatible con las mafias organizadas y amparadas por el Estado. Por esto el desmantelamiento de la fuerza represiva se hace inevitable. Juicio y castigo efectivo ya a los responsables de la muerte de Enzo.