La ley de medios al servicio de Blaquier y del gobierno

Crónica de una censura anunciada

UJS-PO (Jujuy), prosecretario general del CEFHyCS

En Libertador, desde las 5 de la mañana (no a las 6 como dicen en los medios), ya con más de 250 efectivos con la orden del juez Samman, la policía se preparaba para dar inicio a la feroz represión que dejó un saldo de cuatro muertos.

Mientras ésta se efectuaba, las radios se referían a la represión en el asentamiento “El Triángulo” solamente como “incidentes”, hasta que empezaron a llegar los mensajes de texto de la gente que quería más información. En la misma ciudad donde se sucedían los hechos, sólo algunas radios empezaron a hablar del tema -hasta las 9 de la mañana, cuando se dio a conocer que un policía había muerto, echando la culpa a la CCC. Sin embargo, a las pocas horas, las radios se vieron obligadas a dar la noticia de la muerte de dos personas más, pertenecientes a la CCC.

Los teléfonos sonaban, los mensajes de texto de toda la gente rebalsaban en las radios. Todo el pueblo se conmovió por la muerte de los compañeros.

Las radios trataban de desmentir que había tantas muertes y, sobre todo, culpaban a los piqueteros por llevar armas; no pudieron esconder el tema, pero sí descontextualizarlo. Las personas exigían más información a las radios; sin embargo, éstas no se animaban a hablar. Algunas directamente no transmitían sus programas y sólo pasaban música.

La 104.7, dependiente de la publicidad oficial, usó sus programas sólo para criticar la toma y defender a la empresa. También el programa más escuchado de la ciudad, del locutor “Guayaba”, funcionó como forro de la empresa, pidiendo a la gente que se exprese en contra de las tomas y llamando a la empresa (“que da trabajo a todos”) a tomar cartas en el asunto y no dejar que los piqueteros se hagan con las tierras.

Un caso que se habla mucho entre la gente del pueblo es el de una radio que, al ver que era mucha la gente que salía a apoyar a los ocupantes de las tierras, instó a que el pueblo “se levante”, que “ya era hora”, “todo el pueblo tiene que levantarse y salir a la lucha”, “nos tenemos que rebelar”.

En esos precisos instantes, una patota entró en la radio, apagó los equipos, los sacó a la calle y cerró con llaves la radio y las tiró. Sin embargo, el locutor empezó a transmitir de nuevo, pero no referido a la represión; puso música y dijo: desde ahora en más, sólo transmito la “información oficial”.

En la capital la noticia sólo se conoció al mediodía, cuando las radios empezaron a dar poca información, y sólo la muerte del policía de 20 años. Muchos culpaban a la CCC por haber “matado al pibe”. El cerco mediático lo rompieron los canales de Buenos Aires, como TN, que informó sobre las tres muertes. Sólo ahí se provincializó el conflicto.

El director del hospital Oscar Orias, Dr. Roberto Maicel, salió en todos los canales de televisión nacional como agente de prensa del gobierno, ya que negó la asistencia de bebés en el hospital -donde sí existen registros de bebés que no estaban en el predio tomado sino que eran de los barrios aledaños, donde llegaron los gases lacrimógenos. Este señor funcionó como entregador de la policía, ya que todo paciente que entraba y que venía golpeado de la represión era reportado por él. Maicel entregó a la policía a la mayoría de las personas que fueron detenidas, sin dar de alta a los compañeros de la CCC.

En toda la provincia hubo un cerco mediático impuesto por el gobierno de Barrionuevo con Fellner. Fellner se hizo el kirchnerista y culpó a los medios; dijo “que acá no sabíamos nada y en Buenos Aires ya sabían cuántos muertos había”. Aseguró que: “hay una utilización política” (conferencia de prensa del gobierno). Tenía razón: acá en Jujuy no sabíamos nada porque ningún medio informaba sobre la represión.

“Eduardo Fellner destacó la voluntad dialoguista del gobierno y la total negativa a cualquier tipo de represión. Indicó que desde hace muchos años “este gobierno no ha reprimido y prueba de esto es que la Casa de Gobierno está empapelada hace 30 días por un grupo de manifestantes que están acampano en la plaza pública sin que se haya tomado ninguna medida de represión” (Tribuno de Jujuy, 28/7).

Una vil mentira: los compañeros del Polo Obrero, junto al Frente de Organizaciones Independientes, fuimos reprimidos por una horda de patoteros de Milagro Sala, en la Casa de Gobierno en 2009; al mismo tiempo, eran reprimidos vecinos de un asentamiento en el barrio Malvinas, que también reclamaban por la tierra. No sólo siguen reprimiendo, sino que también han tercerizando la represión a manos de las patotas.

En cuanto al “grupo de manifestantes”, se trata de los trabajadores municipales del Talar, que hace meses están acampando para que se les pague lo adeudado, sin ninguna solución por parte del gobierno. Los compañeros han desaparecido de los medios de comunicación por orden estricta del gobierno, que los extorsiona con la quita de la propaganda oficial.

Barrionuevo dijo que ya se ha puesto todo a disposición para la investigación de los crímenes. Sin embargo, después de haber firmado la orden de represión, el juez Samman se hizo cargo de la investigación ¡de la represión que él mismo ordenó! La renuncia del ministro La Villa no produjo ni un cosquilleo a las familias que toman las tierras; tampoco la separación del jefe de la policía. Eso sólo ayuda a agudizar la crisis del gobierno, ya que La Villa iba a ser parte de las listas en las próximas elecciones.

Abanderado de la ley de medios reprime la información

La vergüenza más grande la dio Canal 7, muy importante por su alcance provincial -propiedad del senador Jenefes, candidato a vicegobernador de la provincia, quien además es dueño de las cuatro radios del grupo Radiovisión Jujuy, que también pasará a controlar Radio Nacional Jujuy, emisora dependiente del gobierno nacional (El Libertario.com, 25/7).

No informaron nada en sus radios y en las noticias a las 13 horas, sólo declararon la muerte del policía, dando más importancia a las noticias de deporte y de campaña del PJ. Insistieron a través de sus conductores que no se habían confirmado más muertes, a pesar de haber pasado más de tres horas de las muertes del pibe de 17 años, de la CCC, y de un trabajador. Es decir que ya había muertos. La censura de canal 7 fue total; al término del programa las radios sólo hablaban del ocultamiento informativo, por pedido del gobierno que pidió “cordura para manejar la información” (El Tribuno de Jujuy, 28/7). Cuando ya todos sabíamos sobre lo sucedido en Libertador y nos preparábamos para la marcha, los medios oficiales como Cadena Nacional y Lw8, sólo transmitían ‘flashes’.

Es así como ocultaron todo lo que pasaba; sin embargo, la movilización popular que se vio en Libertador y en San Salvador pudo más que los medios.

Esto tiene que servir para todos aquellos que apoyan la ley de medios y ven allí una salida democratizadora, cuando no es más que una forma de regimentar a las masas. La ley de medios se ha convertido en el escudo de los gobiernos ante el avance de las masas populares por sus reivindicaciones. Rompamos con el cerco mediático impuesto por el régimen.

Exigimos juicio y castigo a los autores materiales, intelectuales y políticos de la masacre que se ha perpetuado contra el pueblo de Libertador General San Martín.

“Como a Pedraza les va a pasar…”.